José Luis Méndez López, exdirector general de Caixa Galicia, percibía un sueldo anual de 2,5 millones de euros, según las actas del consejo de administración de la entidad celebrado el 16 de septiembre de 2009, el mismo día en que el directivo se jubiló con 65 años. Estos documentos, a los que ha tenido acceso este diario, reflejan que Méndez abandonó la caja con un retiro global de 15 millones, entre los que se incluye una "indemnización" de 2,7 millones, a pesar de que ya en el momento de su abandono, la caja aseguró que había renunciado a la compensación a la que tenía derecho por no agotar la edad de jubilación para su cargo, de 70 años.

El antiguo máximo responsable de Caixa Galicia nunca desveló su sueldo. Cualquier estimación hubiera sido una especulación porque su retribución nunca fue concretada en los informes anuales de la caja dentro de la partida para la alta dirección. El sueldo del exejecutivo superaba el del polémico exdirector general de Caja Madrid, Miguel Blesa, quien hasta 2007 cobró 1,7 millones y 3,5 después.

Buena parte del salario de Méndez era retribución variable, que llegó a suponer un 145% sobre la parte fija. Independientemente del cumplimiento o no de objetivos, Méndez tenía derecho a cobrar como mínimo una retribución variable del 85%. En 2007, cuando estalló el negocio y la morosidad de la entidad empezó a dispararse, según el Banco de España, la caja modificó su contrato para rebajar la variable al 119% y la diferencia hasta el 145% se consolidó como fijo.

El finiquito de Méndez incluía una "indemnización" de más de 2,7 millones de euros que Novagalicia negó que se hubiera abonado cuando en 2011 saltó la polémica de las indemnizaciones millonarias.

Además de la indemnización del exdirector, la pensión bruta de jubilación alcanzó los 12,277 millones de euros, de los que más de 8 millones venían del fondo de pensiones y 2,229 millones más de una póliza complementaria. La suma escala a los 15 millones de euros.

A Madrid con cocinero propio

El acta del consejo de administración desvela que, además de las prebendas conocidas -chófer y seguridad y un blindaje durante cinco años en las cúpulas de las participadas, con derecho a tres anualidades en caso de cese-, Méndez contaba con secretaria, teléfono móvil y conexión informática. Junto con el salario, Méndez contaba con muchas comodidades. Cuando viajaba a Madrid, donde tenía casa, lo hacía con cocinero propio y allí le esperaba otro coche oficial. En su casa de A Coruña, y ante las quejas de vecinos por ruidos, Caixa Galicia optó por comprar las dos viviendas laterales para solventar el problema.

Méndez dejó la entidad tras treinta años de trabajo y cuando Caixa Galicia y Caixanova se habían comprometido ya a negociar la fusión. El Banco de España no le quería al frente de la caja única. Además de su elevada exposición al sector inmobiliario, Caixa Galicia descuidó el control de riesgos y tenía pendientes de provisionar cientos de millones de euros desde 2007 por el deterioro de los créditos y los activos adjudicados en pago de deuda, según el Banco de España.

La CIG formalizó ayer la primera querella contra la cúpula de las antiguas cajas gallegas por la venta "fraudulenta" de participaciones preferentes y obligaciones subordinadas y por la gestión que los exdirectivos realizaron al frente de Caixa Galicia y Caixanova. El sindicato acusa de estafa, fraude, publicidad engañosa, administración fraudulenta, falsedad en las cuentas, abuso de información privilegiada, entre otros delitos, a José Luis Méndez, Julio Fernández Gayoso, Mauro Varela, José Luis Pego, José María Castellano, César González-Bueno y otros exdirectivos, entre ellos, el hijo mayor de Méndez, José Luis Méndez Pascual y a Novagalicia. Además de a los máximos responsables de las entidades, la querella se dirige también contra los miembros de las comisiones delegadas de los consejos de Caixa Galicia y Caixanova desde 2003, el órgano el que aprobó las distintas emisiones.

La querella de la CIG se une a la anunciada por las plataformas de afectados por las preferentes de A Coruña y Vigo.