El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pidió ayer al Gobierno colaboración para que la multinacional del aluminio Alcoa acceda a precios "competitivos" por la energía y pueda mantener su producción en España, sin cerrar las fábricas de A Coruña y Avilés (Asturias), con 400 trabajadores cada una. El líder del Ejecutivo gallego recordó, sin embargo, que en "cuestiones que son de dos, los dos han de cumplir sus obligaciones", en referencia a la propia compañía aluminera. A la salida del acto por el aniversario de la Constitución, celebrado en el Congreso, Feijóo abogó porque Gobierno y Alcoa pongan de su parte para evitar la pérdida la fábrica y el empleo dependiente de la multinacional.

"Todos tenemos que cumplir nuestras obligaciones. Alcoa tiene que cumplir sus obligaciones, presentándose a la nueva subasta, y el Gobierno tiene que darse cuenta de que las compañías que consumen mucha energía necesitan unos precios competitivos para poder quedarse en España y seguir produciendo puestos de trabajo y mantener su actividad", subrayó. En cualquier caso, matizó, al ser una cosa de dos, Alcoa también deberá presentarse a la puja que se celebrará en las próximas semanas.

"Espero y deseo que en esa subasta se encuentren, dentro de las leyes y de la publicidad y concurrencia, unos precios competitivos para que A Coruña y Avilés mantengan sus instalaciones y sus puestos de trabajo. "Estamos trabajando en eso", insistió Feijóo, que apuntó que mantiene contactos con su homólogo asturiano, con el ministro de Industria, José Manuel Soria, y con la propia Alcoa.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, también pidió al Ejecutivo central que tenga "sensibilidad" hacia los trabajadores de A Coruña y Avilés. "Yo estoy con el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, que está defendiendo a los trabajadores de Alcoa. Y pedimos al Gobierno de España que sea sensible con las demandas de estos trabajadores", exigió el líder socialista tras el acto sobre la Constitución en el Congreso.

El Grupo Parlamentario de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), por su parte, consideró "dramática" la hipótesis de que Alcoa cierre la fábrica de A Coruña, que supondría la pérdida de 400 puestos de trabajo directos, y acusó a Feijóo de "dejación de funciones".

El diputado Antón Sánchez apostó por la "búsqueda de soluciones a corto plazo" con el fin de "garantizar los puestos de trabajo" y, una vez certificada esta situación, se trabaje "en las verdaderas soluciones de futuro, que no hagan depender de las decisiones de una multinacional el futuro de un país".