Cuarto juicio de los empresarios gallegos que entraron en el capital de NCG y que perdieron su dinero, 70 millones de euros, tras la operación acordeón decretada por el FROB para allanar el camino del rescate europeo. Esta mañana le tocó a Manuel Añón, el que más dinero puso. 25,1 millones de euros. "José María Castellano me aseguró que era el banco más sano y limpio de España", reprochó el dueño de Hierros Añón, en referencia a que fue el entonces presidente de la entidad el encargado de las negociaciones y el que suministró la información que el grupo de empresarios consideran un engaño.

"Hacemos inversiones, no suicidos", defendió durante su declaración en la vista, visiblemente enfadado. Su turno llega después de la importante disyuntiva provocada por las diferentes sentencias emitidas hasta ahora en el caso. Dos a favor en el caso de Gadisa, Rodman, Ranebe 2003, Manuel Jove, Santiago Rey Fernández-Latorre y José Luis Vázquez Mariño; otra en contra, la de Hijos de Rivera, Inversiones Gallegas del Cable, Coren, Copasa, Luis Fernández Somoza, Concable y Jealsa. Estos últimos recurrirán a la Audiencia Provincial de A Coruña. También el FROB ha presentado apelación por los fallos que no le dan la razón.

Ante la ocusación de ocultación, el encargado del gabinete jurídico de la antigua NCG, hoy Abanca, Eduardo Álvarez, aseguraba esta mañana que la información suministrada "no estaba obsoleta".