Sea porque cayó en viernes y había más posibilidad de hacer puente y viajar, sea por la lluvia intermitente o por el desencanto con los sindicatos, que ayer volvieron a salir a la calle por separado para reivindicar los derechos laborales, la respuesta de los coruñeses al Primero de Mayo fue de todo menos entusiasta. Unas 5.000 personas secundaron ayer las tres manifestaciones que Comisiones Obreras y UGT, la CIG, y CGT convocaron para celebrar la fiesta del trabajo. Las tres centrales más representativas coincidieron en muchas de sus consignas y en reclamar un nuevo modelo económico basado en la inversión productiva, una apuesta por la industria de calidad y el empleo a tiempo completo y con salario digno. Hasta las cifras calculadas por los líderes de las organizaciones fueron considerablemente más bajas que las de otros años.

Comisiones Obreras y UGT calcularon haber reunido en A Palloza a 8.000 personas, pero según la Policía Local -que mide la afluencia a las concentraciones con un programa informático- no pasaron de 1.285. Y eso a pesar de que la de A Coruña era la manifestación central de Galicia, encabezada por los líderes de ambas centrales en la comunidad, Xosé Manuel Sánchez Aguión, y José Antonio Gómez Gómez. La CIG no pasó del millar (960), según el 092, aunque la organización de la manifestación cifró los asistentes en 4.000. La CGT, que salió de la plaza de Pontevedra y acabó su manifestación en la plaza del Humor, reunió a medio millar de personas que la sala de pantallas redujo a 285. De las 40.000 personas contabilizadas en 2012, la cifra bajó a 20.000 el año siguiente y a 16.000 en 2014. Ayer sus cálculos no pasaban de 12.000. Aún por separado las centrales volvieron a respetar los tiempos de cortesía y aunque la convocatoria de las dos grandes movilizaciones era a la misma hora, los de la CIG salieron poco después del mediodía de la plaza de Vigo hacia Linares Rivas para liberar el cruce cuanto antes y UGT y CCOO esperaron hasta las 12.10 horas para salir de A Palloza.

El mejor signo de que la de ayer no iba a ser la celebración del Día del Trabajo más concurrida en A Coruña fue que la marcha del sindicato nacionalista apenas tardó diez minutos en dejar vacía la plaza de Vigo. En cabeza la cúpula del sindicato en la comarca, con su secretario comarcal al frente, Xabier Filgueira, y el secretario de Organización de la central en Galicia, Paulo Carril, que portaban el lema Emprego e Salarios dignos. Contra a pobreza. Tras ellos, tomaron protagonismo los trabajadores de empresas en conflicto, como los de las contratas de Telefónica y Movistar (Lyteica, Montelnor, Atento) pero también los detractores del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos, o quienes demandan una tarifa eléctrica galega. Con su propia pancarta y muy activos en consignas se unieron los jubilados, pensionistas y emigrantes retornados: "Montoro, cabrón, vai ti a emigración"; "Somos emigrantes non defraudadores"; "Primeiro van roubar e logo van rezar", vociferaban en pleno Linares Rivas. Junto a ellos desfilaron varios lemas en defensa de los servicios y la sanidad pública y ya en el tramo final, sólo antes que Galiza Nova, Ceivar o Corrente Vermella, marchó la representación del BNG en la comarca con el candidato a la Alcaldía de A Coruña, Xosé Manuel Carril y el portavoz parlamentario Francisco Jorquera, al frente.

La manifestación iba precedida de una furgoneta que como en la de UGT y CCOO iba marcando los tiempos y unas consignas muy similares. "Onde están, que non se ven, os postos de traballo do PP"; "O público é servizo, o privado, beneficio"; "Hai solución, banqueiros a prisión"; "Ilegalizar ao Partido Popular", fueron algunas de las más seguidas, muchas de ellas ya clásicas desde el inicio de la crisis, como: "Non falta diñeiro, sobran chourizos"; "Non son un partido, son unha mafia" o "De Guindos, sicario do Fondo Monetario".

La cabecera de la marcha de UGT y CCOO fue presidida por la cúpula sindical de la comarca y por Sánchez Aguión y Gómez, todos ellos, ataviados con una mordaza en protesta por la nueva ley de seguridad ciudadana. Por detrás desfilaron los empleados de Correos, la Fábrica de Armas, despedidos de Sargadelos, Izquierda Unida, con quienes desfiló la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, o las Juventudes Comunistas, que cerraban la marcha con consignas más contundentes -"Mozo parado, patrón colgado", entre otras-

Las protestas llegaron a sus destinos prácticamente a la misma hora, a pocos minutos de la una de la tarde, pero fueron los de UGT y CCOO quienes antes empezaron a hablar. "Como el Gobierno no sabe de industria la solución a la crisis son los recortes", arrancó José Carrillo, secretario comarcal de UGT, quien detalló que por primera vez en democracia, la pobreza crece y recordó que hace muchos años que su sindicato solicitó un plan de reactivación de la industria en la comarca que sigue siendo urgente. Sánchez Aguión recordó que este año se cumple el 125 aniversario de la ejecución de los obreros de Chicago que en 1886 iniciaron una huelga en demanda de una jornada de ocho horas y en cuya memoria se celebra el Primero de Mayo. El sindicalista apeló a esta fecha para advertir que defender las conquistas laborales y protestar "contra el empobrecimiento acelerado del país" es una obligación, en clara alusión a los desencantados. Aguión recordó a los trabajadores de Atento, Cobra, Lyteica, Navantia o Viriato como ejemplo de que la política del PP "pone las comarcas gallegas al borde del abismo". Por eso, como luego haría su homólogo de UGT, demandó una respuesta masiva en las urnas el próximo día 24.

José Antonio Gómez hizo un repaso de las estadísticas para cuestionar la recuperación y adelantó que los sindicatos presentarán una Iniciativa Legislativa Popular en demanda de una renta básica para los parados en riesgo de exclusión social. Pero el orador que generó más aplausos en la plaza de Ourense fue Demetrio Vázquez (CCOO), cuando apeló a los asalariados que no asistieron a la manifestación para recordar que fue en la calle donde se consiguieron la Seguridad Social, los convenios colectivos o las vacaciones pagadas. También muy celebrada fue su alusión a "los políticos de izquierdas" que se enfrentan entre ellos sin ponerse de acuerdo para ser alternativa.

Xabier Filgueira, de la CIG, censuró desde la Subdelegación del Gobierno las políticas neoliberales "que saquean y roban a la clase trabajadora". El líder sindical en la comarca recordó cómo los empleados de Lyteica llevan 25 días en huelga contra la precariedad, y denunció la "desertización industrial" de la comarca, donde urge impulsar este sector. Filgueira también mencionó los 275.000 parados que tiene Galicia y los 90.000 hogares con todos sus miembros desempleados para reclamar una reforma fiscal a favor de los trabajadores y una tarifa eléctrica gallega. Además de las protestas de A Coruña, la CIG reunió en Vigo a 9.000 personas, según la Policía, la más numerosa de las de Galicia, donde también hubo marchas en Ferrol, Santiago, Viveiro, Ourense, Vilagarcía, Pontevedra y Lugo. En Madrid, UGT y CCOO reunieron a miles de personas, y como en otras ciudades, casi todas las protestas fueron pacíficas, salvo la marcha alternativa de Barcelona. Además, el Primero de Mayo dejó disturbios en Turquía y Hamburgo.