La plantilla coruñesa de Alcoa sigue defendiendo que el sistema actual de subasta de los incentivos eléctricos entre las empresas electrointensivas no da estabilidad a la industria y confía en cambiarlo en el futuro. El primer paso para ello es lograr un buen resultado en la puja de la próxima semana que dé más de certidumbre a los trabajadores y les permita centrarse en esa batalla por cambiar la tarifa eléctrica. "La subasta de este año creemos que mejora la celebrada en 2014, con más bloques de 90 megavatios (MW), y confiamos en que Alcoa cubra sus necesidades", explica el presidente del comité de empresa de la fábrica de A Grela, Juan Carlos López Corbacho. "Está claro que lo del año pasado no se puede repetir, teniendo que recurrir a bloques de 5 MW. Fue un experimento y lo estamos pagando, con precios más altos que otras factorías", añade el portavoz de la plantilla coruñesa.

Los trabajadores consideran vital un buen resultado para tener una factura eléctrica "razonable" en 2016 y poder "pelear" para cambiar el sistema y por la supervivencia de la fábrica. "Este modelo es como una lotería, tiene poco de política de industrial y no podemos seguir así cuando en países como Noruega hay acuerdos energéticos con 20 años de vigencia", concluye López Corbacho.