El consejo de administración de Pescanova ve con buenos ojos la propuesta alternativa de los accionistas minoritarios para la ampliación de capital (que les permitiría llegar al 20% del capital de Nueva Pescanova, frente al 5% previsto), pero reconoce que el plan, sin el apoyo de la banca acreedora (el G7), podría "exponer al grupo a un escenario de incertidumbre y confrontación impredecible". El consejo emplazó a acreedores y accionistas a alcanzar un acuerdo que respete la "integridad" de la multinacional y la blinde del "riesgo de liquidación". Fuentes próximas al G7 recalcaron, sin embargo, que el único proyecto que da "viabilidad y futuro" a Pescanova es el convenio de acreedores.