El Gobierno confirmó ayer que los funcionarios recuperarán en los primeros días de octubre el 26% de la paga extra de Navidad suprimida en 2012 que estaba previsto en los presupuestos para su abono antes del fin del ejercicio. Tras el pago del 25% efectuado en enero pasado, los empleados públicos aún tendrán pendiente de recibir otro 49% de esa suma, que el Gobierno prevé ingresarles "a comienzos de 2016", según desveló el jueves CSI-F.

El Consejo de Ministros aprobó ayer un Real Decreto que también prevé la restitución de los días de libre disposición y vacaciones anulados, de manera que los funcionarios recuperan el último moscoso de los que faltaban por devolver y que podrán disfrutar hasta el próximo 31 de enero.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, explicó en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros que con estas medidas el Gobierno está cumpliendo con los funcionarios del mismo modo que "ellos han cumplido" con su tarea eficazmente para contribuir a la recuperación económica. Montoro añadió que el 50% restante de la paga extra se devolverá en 2016 "en dos partes", aunque después puntualizó que no está "establecido" un calendario por lo que destacó como importante que los funcionarios pueden tener "la tranquilidad" de que recuperarán lo que falta de la extra en 2016 y "en función de la disponibilidad presupuestaria".

El responsable de Hacienda afirmó que el crecimiento económico permite tomar estas decisiones y llamó la atención sobre las diferencias del época actual con el "peor momento" de 2012, cuando no sólo estaban en peligro las pagas extra sino "hasta los sueldos".

El Real Decreto repone el último de los días de libre disposición que faltaba, de manera que los funcionarios tendrán seis moscosos y los canosos (permisos por asuntos propios que se tienen por antigüedad). El Real Decreto afecta a la Administración del Estado, pero el Gobierno "dará disponibilidad" al resto de administraciones territoriales para que puedan adoptar medidas similares.

Hacienda negó ayer en un comunicado que la devolución de la extra tenga algo que ver con la proximidad de las elecciones generales, y lo atribuyó a que las condiciones económicas han mejorado en 2015 y dan "margen" para efectuar estos desembolsos, aunque el abono se realizará con cargo a un crédito extraordinario de 251 millones, como reconoció el ministro.

UGT sin embargo considera que se trata de una "maniobra claramente electoralista" y aunque valora la recuperación de algunos derechos, matiza que la supresión fue para todos los empleados públicos y la devolución es sólo para los del Estado. El sindicato advirtió ayer además de que la devolución no solventa la pérdida de poder adquisitivo (del 9,2%) sufrida en la crisis por los empleados públicos y recuerda que lo que queda por recuperar dependerá del Gobierno que salga de las elecciones de diciembre.

CCOO considera que la reposición de días libres es "insuficiente" y que el Gobierno no tiene "voluntad real" de restituir los derechos a todos los empleados públicos, con quienes mantiene una "deuda" al margen de la restitución de las pagas y los días, y exige recuperar el empleo perdido durante la crisis y la jornada de 35 horas semanales.

En la misma línea se manifestó la CIG, que ayer reclamó la recuperación de todos los derechos perdidos y calificó el decreto de "operación de estética propagandística". El sindicato nacionalista comparó a Montoro con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo porque ambos prometieron convocar a los sindicatos de la función pública para negociar y ni uno ni otro lo hicieron. La CIG recordó que Feijóo prometió en agosto devolver el 25% de la extra a los funcionarios gallegos antes del fin de este año, pero aún no concretó la fecha.