A la economía de Galicia le sentó bien el verano. Entre julio y septiembre, el Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad avanzó un 0,7%, el mayor incremento desde finales de 2007 y muy cerca esta vez del ascenso registrado por el conjunto del Estado, un 0,8%, según los datos de contabilidad regional publicados ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE). "Ratifican que se está produciendo una aceleración en el crecimiento de la economía gallega", se apuró a destacar la Consellería de Facenda. La clave está en la mejora del gasto privado y de la inversión de las empresas, los dos ingredientes del PIB que mejor comportamiento están teniendo este año. El crecimiento en comparación con el mismo periodo del pasado 2014 se sitúa en Galicia en el 2,1%. De nuevo hay que ir hasta 2008 para encontrar un ritmo semejante. Pero lo cierto es que la profunda brecha con el resto del país, con la que los analistas dan por hecho que la comunidad estará de nuevo este ejercicio entre los territorios con peor evolución, se mantiene. El alza interanual de la economía española es más de un punto superior, del 3,4%.

La llamada formación bruta de capital, que concentra el desembolso de las compañías en nueva maquinaria para renovar e incrementar su actividad es, de largo, el capítulo que mejores resultados arroja en la contabilidad gallega. Un aumento del 1,3% con respecto al trimestre anterior y del 6,5% en el cómputo interanual. A este indicador se agarran habitualmente los expertos para medir la recuperación de una economía. El consumo suelta el freno definitivamente. Un 0,4% aumenta el gasto de los hogares y las instituciones sin ánimo de lucro. Pero se resiste a pisar el acelerador. De hecho, el incremento es exactamente el mismo al experimentado entre abril y junio pese a que la temporada estival es propicia para animar la demanda interna del sector privado. Y destaca de nuevo a la baja en la comparación con lo ocurrido en el Estado, donde el alza alcanza más del doble, del 1%. Con el ojo puesto en el mismo periodo del año pasado, el consumo en Galicia medra un 2%. En España un 3,5%. Por la parte del gasto público, el de las administraciones, se nota el fin del esfuerzo presupuestario impulsado en la antesala de las elecciones locales. La caída es del 0,3%.

Las diferencias con el escenario nacional se repiten también en el comercio exterior. Las exportaciones e importaciones se elevaron un 5,6% y un 7,7%, respectivamente, sobre 2014. En Galicia, en cambio, las ventas de las empresas al exterior subieron un 3,7% y un 4,1% las compras, como señalan el IGE y su homólogo estatal, el INE.

De la Administración pública y el valor añadido que aportan sanidad y educación viene el descenso más representativo en el PIB autonómico desde el punto de vista de la oferta. Concretamente un recorte del 0,3%. El otro principal sector en números rojos en el crecimiento este año son las actividades financieras y los seguros. La otra cara está en el hasta hace muy poco aletargado ladrillo. La construcción aumenta su producción un 5% en el tercer trimestre. Ligeramente por encima de la industria manufacturera, que escala un 4,8%. La industria en total avanza un 2,8% respecto al tercer trimestre de 2014. Comercio, transporte y hostelería se aprovechan de la campaña estival y logran un crecimiento del 3,6%.

El titular de Facenda, Valeriano Martínez, ya adelantó el pasado lunes que el dato del tercer trimestre estaría por encima del 1,8% registrado entre abril y junio y el presidente de la Xunta insiste en que la confirmación "constata que se acelera el crecimiento". "Crecen todos los sectores, el consumo de los hogares, crece el comportamiento de la industria, del sector primario, la construcción avanza un 5% y hay un buen comportamiento de las exportaciones", resume Alberto Núñez Feijóo, que aboga por la prudencia sobre el cumplimiento de la previsión oficial de su Ejecutivo de que Galicia acabará el año con un crecimiento total del 2%. Lo que sí defiende es que la comunidad "está convergiendo" con España.

El número de puestos de trabajo a tiempo completo asciende en septiembre a 984.373. Son un 0,3% por encima de junio y un 1,6% más que hace un año.

Los autónomos gallegos generaron en cuatro años 6.328 empleos netos (845 trabajadores por cuenta propia que se dieron de alta más los 5.483 asalariados que contrataron), según un informe de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Galicia (ATA-Galicia), que también revela que uno de cada cinco autónomos de la comunidad gallega tiene empleados a su cargo.

El presidente de ATA, Lorenzo Amor, y su homólogo en ATA Galicia, Rafael Granados, presentaron ayer en A Coruña el informe sobre la evolución de los autónomos en Galicia, unos profesionales que han visto reducido el número de autónomos persona física pero registraron un alza de los societarios o personas jurídicas. Así, el número de trabajadores autónomos persona física se redujo en 3.439 desde diciembre de 2011 hasta septiembre de 2015, pasando de 147.288 a 143.849.

De hecho, los autónomos persona física o autónomos propiamente dichos son el 65,9% del total de afiliados al registro de trabajadores por cuenta propia (218.241 personas), siendo los autónomos societarios o persona jurídica el 34,1% restante (74.392 personas), incrementándose desde diciembre de 2011 en 4.284 personas, un 6,1%.

Generadores de empleo

"Suben los autónomos con asalariados a su cargo y bajan los autónomos sin ellos", explicó Amor, que resaltó que, en cuatro años, el sector generó más de 6.300 empleos en Galicia. "Los autónomos están siendo los grandes protagonistas de la generación de empleo", defendió Granados antes de asegurar que mientras baja la cifra de cotizantes a la Seguridad Social en Galicia, los autónomos crearon empleo por cuenta ajena y por cuenta propia.