El fundador de Inditex, Amancio Ortega, ha vuelto a salir de compras y le ha echado el ojo a un nuevo edificio de oficinas en el exclusivo barrio londinense de Saint James. Esta vez se trata de Almack House, un bloque de oficinas situado en la exclusiva King Street por el que su sociedad inmobiliaria Pontegadea, acaba de ofrecer 225 millones de libras (320 millones de euros), según adelantó el lunes la publicación londinense Evening Standard. El diario británico sostiene que la negociación aún no está cerrada, aunque ni los vendedores ni el potencial comprador revelaron dato alguno.

Almack House es un edificio de más de 9.000 metros cuadrados, distribuidos en nueve plantas que tiene inquilinos de alto nivel como el fondo de inversión Warburg Pincus o la compañía minera suiza Xstrata, aunque entre 1765 y 1871 fue un club de alta sociedad. De formalizarse esta operación, Ortega cerraría el triángulo de Saint James, el mismo barrio donde en enero compró la sede de la compañía minera Rio Tinto por 338 millones de euros en una operación de leaseback (la minera se deshace de la propiedad pero se queda como inquilina). Este edificio de oficinas está a diez minutos de Buckingham Palace a pie y a la misma distancia de otra de sus adquisiciones, la histórica Devonshire House, comprada en 2013 y con la que Ortega protagonizó una de sus mayores operaciones inmobiliarias. El empresario pagó 477 millones de euros por un inmueble que supera los 16.000 metros cuadrados y que salió a la venta en 2013 por tercera vez en sus cien años de historia.

Almack House se encuentra a medio camino de estas dos propiedades y encaja dentro de los intereses de Ortega, por edificios de uso comercial alquilados en su totalidad. De producirse la compra, el fundador de Inditex haría gala de nuevo de su costumbre de buscar oportunidades en el mercado inmobiliario en el último tramo del año. La operación de la sede de Río Tinto también se fraguó en las mismas fechas. En febrero el empresario se hizo con la antigua sede de Prisa en la Gran Vía madrileña por unos 400 millones y a principios de abril pagó otros 550 millones por otro edificio en Oxford Street.