La actividad emprendedora en Galicia no solo se redujo en 2014 sino que el 70% de estas nuevas empresas que se crearon no fueron innovadoras. Y además crece el número de emprendedores que montan un negocio "por necesidad" al no tener otras alternativas laborales, lo que aumenta las posibilidades de fracaso de estas iniciativas. Si en 2013 los gallegos que emprendían por necesidad eran solo el 29%, el pasado año ya ascendían al 37%. Y, precisamente, por esta razón, el número de personas con estudios básicos que se embarca en nuevos proyectos empresariales supera ya al de licenciados universitarios y alcanza el 31,8%.

Éstas son algunas de las conclusiones que se extraen del Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) correspondiente al año 2014 en el que colaboran la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), el Instituto de Promoción Económica (Igape) y la Universidad de Santiago. Además de medir la actividad emprendedora, este documento recoge opiniones de expertos sobre las condiciones que facilitan o entorpecen la actividad emprendedora en Galicia.

La falta de financiación continúa siendo la principal traba tal y como apuntan el 51% de los consultados. Y las políticas de gobierno son el segundo obstáculo. Este factor además experimentó un notable incremento respecto a 2013 puesto que pasó de ser señalado por el 4,7% de los expertos a ser indicado como un problema por el 18,9% de los entrevistados.

La tasa de actividad emprendedora de Galicia se sitúa, según este informe, en el 3,92%, por debajo del 4,11 del año anterior, e inferior también a la media estatal. De hecho, la comunidad gallega es la cuarta autonomía, por detrás de Asturias, País Vasco y Navarra, con menos emprendedores.

Además de reducirse ligeramente el número de iniciativas emprendedoras también aumenta la tasa de cierres situándose en el 1,85% de las empresas, frente al 1,2% del año anterior. Más de la mitad de estos fracasos son achacables a la falta de rentabilidad de los negocios, pero hay otro 11% que cierran por problemas para obtener financiación.

Y aunque el número de nuevas empresas supera al de cierres, el informe advierte de que existe una caída en la tasa de regeneración empresarial del 20%. Si antes había 3,7 potenciales nuevos proyectos por cada empresa que cerraba, en el último año este porcentaje bajó al 3%.

Son las nuevas empresas que se crean para aprovechar una oportunidad de negocio las que mejores opciones tienen de supervivencia. Sin embargo, estos proyectos eran el 69,6% del total de la actividad emprendedora en 2013 y han bajado al 57,8%, mientras que las nuevas iniciativas que surgen por necesidad aumentan.

Acorde con este perfil es que el 40% de los gallegos que tienen intención de emprender están en el paro. Y esto explica también el hecho de que suba la edad para abrir un nuevo negocio y que ahora se sitúa en los 39 años. También cambia el perfil educativo. Tener estudios universitarios ha dejado de ser preponderante para crear una empresa. Si en 2013 la mayoría de los emprendedores eran licenciados (el 31,5% frente al 24,7 que solo tenían los estudios básicos), el pasado año cambiaron las tornas y el 31,8% de los gallegos titulares de nuevos negocios tenían solo la enseñanza obligatoria frente al 23% de titulados con carrera.

Además crece el número de emprendedores de rentas bajas que deciden abrir un negocio. La mayoría de los gallegos que inician una actividad tienen menos de 20.000 euros y el 8% del total no llegan a los 10.000 euros, frente al 2,4% del año anterior.

El perfil de estas nuevas empresas es el de un negocio enfocado a la prestación de servicios, sin empleados (el 51% de los casos) y con bajo nivel tecnológico.

A pesar de este panorama poco alentador el informe también destaca que aumenta el porcentaje de población que percibe buenas oportunidades para emprender y el 40% de las nuevas empresas creen además que podrán incrementar su plantilla en los próximos cinco años.