Con solo 17 años y de un vistazo a los estados financieros de 2012 y 2013 el joven barcelonés Pepe Baltá fue capaz de predecir la suspensión de pagos de Abengoa, la mayor insolvencia de la historia de España, con 9.000 millones de euros en deuda financiera y cerca de 5.000 en pagos pendientes a proveedores. Su diagnóstico tenía solo 18 folios y fue plasmado en un trabajo de Bachillerato para la asignatura optativa de Economía. Su profesor, que hizo pública su historia, le puso un 10 por detectar los problemas financieros de una firma que la auditora Deloitte no fue capaz de pronosticar y tras una crisis en la que los economistas defendieron su incapacidad de anticipar la recesión en que la economía es una "ciencia forense"

El joven estudiaba en el colegio Viaró de Barcelona -como adelantó ayer el diario El Mundo- y detectó anomalías contables en Abengoa y las expuso en su Informe analítico de Abengoa, años 2012 y 2013, de 18 páginas. En el trabajo, Baltá ya apuntaba que el análisis patrimonial de Abengoa hacía pensar que "si no se actúa pronto", Abengoa tendría "un fuerte riesgo de entrar en suspensión de pagos". Baltá, que actualmente estudia primero de Medicina, eligió Abengoa porque fue una de las empresas propuestas por su profesor y, según explica, la primera sorpresa se la llevó cuando vio la contabilidad donde aparecía un beneficio negativo que después se convertía era positivo.

En las conclusiones del trabajo, Baltá apuntaba "[Abengoa] es una empresa muy poderosa y que funciona a pesar de tener el fondo de maniobra negativo". El consejo que el joven daba a la empresa es que intentara aumentar su patrimonio neto con financiación propia o externa e intentara disminuir el pasivo corriente "ya sea hablando con los proveedores para renegociar la deuda o bien buscando algún tipo de financiación para no tener ningún problema de suspensión de pagos".

Abengoa presentó el pasado 25 de noviembre el preconcurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) afectada por su elevado endeudamiento. Las reuniones de sus responsables con la banca todavía no han permitido lograr un acuerdo de refinanciación que además se antoja complejo.