Los accionistas de las fábricas del grupo Sargadelos tendrán en unas dos semanas vía libre para decidir el futuro de la emblemática marca de cerámica de diseño recuperada por y ligada a la figura de los artistas Luis Seoane e Isaac Díaz Pardo. El respaldo de la banca, de la Agencia Tributaria y de la Tesorería de la Seguridad Social fue más que suficiente para aprobar -con en torno a un 80% de los apoyos de los acreedores ordinarios- el convenio de acreedores que retira la intervención judicial que pesaba sobre la gestión de la compañía desde abril de 2014. La decisión no será efectiva hasta que la titular del juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña dicte la sentencia que confirmará el acuerdo, tras la apertura de un plazo de diez días para posibles impugnaciones. El plan de pagos que contiene el acuerdo limita la deuda a casi 7 millones de euros, aunque tras las quitas, la firma prevé devolver unos 5 en un plazo máximo de veinte años.

El accionista mayoritario (65%), presidente y consejero delegado de Sargadelos, Segismundo García Rodríguez, compareció ayer en Santiago ante los medios para detallar el convenio y mostrar algunas nuevas piezas de Sargadelos, pero horas antes explicó en declaraciones a este diario que los accionistas no prevén cerrar ninguna de las dos factorías que actualmente tienen en Sada y Cervo (Lugo) "si los trabajadores responden". "Somos una empresa histórica con una gran marca, y es nuestra obligación respetarla, cuidarla y potenciarla", explicó el presidente, quien defendió la necesidad de "actualizar y racionalizar los procesos productivos".

El plan de viabilidad adelantado en parte por LA OPINIÓN A CORUÑAplan de viabilidad el pasado 31 de enero prevé una facturación de 2,3 millones para este año y alcanzar los 9 millones en 2034, gracias a la apertura de nuevas líneas de negocio, como una marca blanca, la comercialización de complementos y una fuerte apuesta por la venta a través de internet. Sargadelos, que lleva en crisis siete años, cerró el año pasado con beneficios, aunque de sólo 70.000 euros, según su presidente, que definió el día de ayer como "de delicia para los trabajadores y también para el país" porque supone que la empresa tendrá viabilidad "si las cosas se desarrollan" como esperan sus gestores.

Y es que como García Rodríguez reconoció, la situación de Sargadelos no deja de ser compleja pese a superar el concurso ante la elevada deuda (5 millones) que tendrá que asumir y la necesidad de inversión en sus fábricas para cumplir el plan de viabilidad. Los socios prevén ejecutar una ampliación de capital en los próximos meses, en línea con una de las recomendaciones que el administrador concursal hizo en su informe sobre el plan de viabilidad. El gestor dejó claro entonces que la empresa necesitaba incrementar sus fondos propios para sobrevivir y encarar una modernización de las factorías.

En esta línea, el consejero delegado de Sargadelos apostó ayer por "una especialización productiva" de los centros de trabajo de Sada y Cervo, ya que actualmente, dijo, hay "un exceso de capacidad productiva". "No querríamos prescindir de ninguna de las dos fábricas pero lo que no tiene sentido es hacer los mismos productos en las dos", advirtió.

El directivo considera que en los centros de trabajo se dan "disfunciones" que le fue "imposible" corregir "por presiones de los sindicatos" y también del administrador concursal. De hecho, Segismundo García se despachó a gusto ayer contra la actitud de los sindicatos en el proceso -recurrieron el último Expediente de Regulación de Empleo en los tribunales hasta que el Supremo lo desestimó el pasado año- y contra los "exagerados emolumentos" del administrador concursal, entre otros aspectos. "Estamos aquí a pesar de los sindicatos", dijo, y acusó a las centrales de abocar la empresa a la liquidación por haber retrasado "un año" la tramitación del concurso y haberla encarecido. "Si llegan a haber ganado -explicó en referencia al recurso contra el ERE-, hoy no estaríamos aquí", remarcó. La plantilla de Sargadelos, que en los últimos siete años se redujo un 61%, encadenó cinco expedientes de regulación de empleo de reducción de jornada y despidos.

El máximo responsable de la gestión de Sargadelos defiende el mantenimiento de las dos fábricas pero no descarta nuevos recortes de personal si la situación lo recomienda. Durante su comparecencia en Santiago explicó que las fábricas contrataron a unas diez personas en los últimos meses (suman 110) y que la marcha del negocio determinará "si hay que cerrar o contratar mano de obra".

Marca blanca

Tras los resultados positivos de 2015, García confió en "volver a dar beneficios" este año y comenzar en 2017 con las nuevas líneas de negocio avanzadas por este diarionuevas líneas de negocio, como la marca blanca de Sargadelos. Será un proceso de "reorganización de toda la producción" que avanzará "en función de la receptividad del mercado".

Tanto para esta nueva etapa como para la ampliación de capital que los socios pretenden ejecutar, Sargadelos cuenta con una situación nueva respecto a los últimos años. Segismundo García dice controlar el 65% del accionariado de Cerámicas O Castro -que a su vez tiene el capital mayoritario en Cerámicas de Sargadelos- y el apoyo del resto de los socios. Los herederos de Isaac Díaz Pardo, que el año pasado plantearon un incidente concursal para reclamar el reconocimiento del legado de su padre (unos 7 millones) y arañar así una mayor parte del accionariado, retiraron sus demandasherederos de Isaac Díaz Pardolegado . A esto se unió la compra de pequeñas partes del capital por parte de García, que permiten una cierta paz entre los accionistas.