Una de las claves del éxito y del constante crecimiento de Inditex crecimiento Inditex es la innovación, vital en que ese gigante en el que se ha convertido funcione como una máquina perfectamente engrasada y no se transforme en un coloso imposible de controlar. Una de las últimas piezas desarrolladas por la multinacional textil coruñesa para mejorar ese buen engranaje es un sistema de identificación por radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés) que permite controlar y monitorizar todas las prendas con mayor facilidad, desde su llegada a los centros logísticos procedentes de los proveedores hasta su venta definitiva en las tiendas. Un mecanismo que también optimiza la gestión de los pedidos y del estocaje en los establecimientos físicos, al tiempo que es totalmente sostenible.

La clave del sistema está en un microchip que va integrado en la alarma que llevan las prendas y que las fábricas que producen para Zara -de momento es la única enseña del grupo que utiliza esta tecnología, aunque la compañía tiene previsto implantarla en el resto de marcas- colocan para que puedan ser activadas a su llegada al centro logístico correspondiente.

A su entrada en la plataforma de distribución, tanto los productos de confección -que llegan en perchas- como de paquetería -en cajas-, pasan por unos túneles de lectura que permiten corroborar que el producto recibido en cada línea de perchas o palé de cajas es homogéneo -mismo tipo de chaquetas, igual talla, color, etc.- con lo que se procede a activar las alarmas y asignar mediante el RFID una identificación única y exclusiva a cada prenda, lo que permite al mismo tiempo contar en un tiempo mínimo las prendas que lleva un palé -1.000 en menos de dos minutos, por ejemplo- y confirmar que la mercancía recibida se corresponde con el pedido realizado al proveedor.

Una vez que el sistema sabe con qué mercancía cuenta, cruza esos datos con los pedidos realizados por las tiendas y asigna una "matrícula" del punto de destino a cada producto, con lo que un carrusel automatizado procede a enviar los productos correspondientes a las zonas de pedidos asignadas a cada tienda. Una vez concluido el proceso, el sistema por radiofrecuencia permite revisar rápidamente que en el pedido va todo lo demandado por el establecimiento correspondiente, algo que se comprueba también a la recepción del pedido en tienda.

El sistema RFID del centro logístico de Zara en Arteixo -que la multinacional fundada por Amancio Ortega mostró ayer a los medios- permite recepcionar un millón de prendas dobladas al día y unas 500.000 unidades de productos colgados, mientras que los rechazos -envíos erróneos- suponen menos del 1% del total.

A su llegada a la tienda, el mecanismo de radiofrecuencia permite saber en unos segundos, acercando el lector a menos de tres metros, el total de prendas recibidas -casi un centenar en dos segundos, en la demostración realizada ayer en el establecimiento de Marineda City- y el destino de cada una de ellas, bien la exposición al público o el estocaje en el almacén, lo que facilita también la labor de organización dentro de los puntos de venta.

Otra de las ventajas del sistema es que con una simple lectura del código de barras de un producto que desee el cliente (una talla determinada), la dependienta de la tienda envía un mensaje al almacén y pregunta si existe. La recopilación de datos permite saber enseguida -sin buscar prenda a prenda- si hay stock o no, con lo que el almacén enviaría la respuesta y, de haber existencias, llevaría el producto a la zona de exposición para su venta. En caso de no haberlo, la dependienta podría mirar con un terminal móvil si quedan existencias en alguna tienda próxima u online.

El proceso de contabilización de prendas y gestión del stock también se optimiza una vez que se cierra una venta. Cuando la dependienta pasa la alarma de la prenda por el desalarmador, la información de ese producto pasa directamente al ordenador para ser cobrado y se borra la información del chip RFID, por lo que ya no aparecerá esa prenda en el listado de existencias. "Antes había que escanear el código de barras, desarlamar la prenda, embolsarla y pasar información al almacén de la venta de ese artículo. Ahora se gestiona el stock" y en menos pasos, según explicó una responsable de tienda de Zara.

Y en este punto llega otra de las importantes ventajas del sistema, según los responsables de Inditex: el sistema es sostenible porque los chips y las alarmas son totalmente reutilizables. De momento -Zara empezó a trabajar en este sistema en 2007 y lo implantó en tiendas desde finales de 2012- algunos dispositivos fueron reutilizados ya en hasta 100 ocasiones.

El sistema está implantado en 1.542 tiendas Zara de 63 mercados -totalmente en 47 de ellos- y es el resultado de una inversión global en tecnología (no solo RFID) de más de 1.000 millones de euros en cuatro años. El propio presidente de Inditex, Pablo Isla, destaca este mecanismo como "el cambio más importante en la operativa de las tiendas del grupo hasta la fecha", al tiempo que resalta que es un producto totalmente desarrollado por la multinacional textil y que nadie más tiene en el mundo.