Las entidades financieras han intensificado sus estrategias comerciales para cambiar hipotecas con cláusulas suelo de sus clientes por otras a tipos fijos, con intereses en torno al 2,5% e incluso inferiores. Esa política se ha acelerado a las puertas de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronuncie sobre este tipo de barreras que los bancos incluyeron en muchos préstamos con el objetivo de protegerse de las bajadas del Euribor. El próximo martes, día 26, hay una vista pública en Luxemburgo sobre este asunto y la sentencia se conocerá en pocas semanas.

Precisamente, la Unión de Consumidores de Galicia (Ucgal) alertó ayer de que en las últimas semanas ha registrado "un significativo aumento" en las consultas de usuarios con hipotecas con cláusulas suelo ante "la insistente presión de directores de las entidades financieras" con el objetivo de que firmen un acuerdo de renovación de sus préstamos sobre la base de un tipo fijo "junto con la renuncia a emprender o continuar con cualquier acción legal" contra el banco.

El Tribunal Supremo limitó la retroactividad en la devolución de lo indebidamente cobrado hasta mayo de 2013 para los clientes que demostraran en un tribunal que la cláusula de su contrato era poco transparente. La alta magistratura justificó su decisión asegurando que ir más atrás podría dañar severamente las cuentas de las entidades financieras del país. Pero la Justicia europea podría obligar a ir al sector a una retroactividad total, desde la firma del contrato. Los responsables de Ucgal sostienen que las personas con hipotecas con cláusula suelo pueden reclamar "las cantidades abonadas indebidamente desde la fecha de firma del préstamo".