Los trabajadores de las fábricas que Alcoa tiene en A Coruña y San Cibrao coinciden en que la multinacional aluminera no ha reinvertido un euro en los centros de trabajo desde que los compró en 1998 dentro de un lote de diez, y que los millonarios beneficios obtenidos en las plantas gallegas y la asturiana de Avilés se destinaron a la construcción de las factorías de Islandia y Arabia Saudí (Ma'aden), dos "paraísos energéticos" con los que, sostienen, acabará por suministrar aluminio primario a sus clientes españoles cuando cierre el proceso de venta que el pasado lunes salió a la luz y que los directores de las tres plantas reconocieron ya a los comités de empresa en reuniones celebradas a lo largo de esta semana.

El vicepresidente del comité de empresa de la planta coruñesa, Nazario Arias, cree de hecho con la posibilidad de que la introducción de tocho de aluminio de la planta árabe a través de los puertos de Vigo y Vilagarcía -denunciada por el comité y publicada por este diario el pasado mes de diciembre- fue una prueba de la aceptación del producto entre los clientes de Alcoa. Los empleados lo denunciaron entonces la entrada de este material con una advertencia que resultó premonitoria "Las ayudas que el Gobierno paga a Alcoa van a servir para pagar los cierres de nuestras fábricas" y acusaron a la multinacional de actuar como si preparase el cierre de A Coruña y Avilés porque en Arabia fabrica tocho de aluminio como aquí, pero paga mucho menos de luz y sin necesidad de respetar las exigencias medioambientales y laborales de Europa.

También el secretario de la sección sindical de Comisiones Obreras en San Cibrao, José Antonio Zan, alerta de esta situación. "La planta de Islandia se pagó con los cientos de millones que Alcoa logró de beneficio neto en San Cibrao", denuncia, mientras el grupo dejaba de invertir en los centros de trabajo. El acuerdo de compraventa que Alcoa firmó con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el organismo del Estado que ostentaba la propiedad de Inespal en 1998, obligaba a Alcoa a invertir 400 millones de euros en un plazo de diez años, pero los empleados sostienen que no se cumplió y que el Estado nunca tomó medidas de control o castigo por ello. "Al PP debería caérsele la cara de vergüenza porque fue el Gobierno de Aznar el que vendió esto y el patriotismo se demuestra apostando por la industria del país, no regalando sectores estratégicos a los americanos", insiste Zan, quien recuerda que si Alcoa se vende, España perderá la industria que tenía y comprendía todo el ciclo del aluminio.

Inversiones

Aludium, el grupo industrial propiedad de Atlas Holding que aspira a comprar las fábricas que conserva Alcoa en España, ha invertido y aumentado las plantillas en las plantas que el fondo de inversión adquirió al gigante del aluminio en 2014. Los trabajadores de sendas factorías pasaron hace apenas dos años por la incertidumbre que ahora viven sus excompañeros gallegos y asturianos, más de 2.000 empleados. Representantes sindicales de sendas plantas (transformadoras de aluminio) sostienen que Aludium invierte millones y contrata personal. Los trabajadores de Amorebieta y Alicante estaban hartos de Alcoa y hoy trabajaban para Aludium, el grupo industrial que creó Atlas Holding para gestionar las tres plantas que adquirió a Alcoa en 2014: Amorebieta, Alicante y la francesa de Castelsarrasin.

Alicante empezó a operar como Aludium el 1 de enero de 2015 y ha incrementado su plantilla un 10%, hasta los 350 trabajadores. La fábrica está a tope de producción, ha aprobado la construcción de un nuevo horno de recocido y relanzó el centro de investigación.

Las fábricas de A Coruña, Avilés y San Cibrao fabrican lingotes y tochos de aluminio primario, que Amorebieta convierte en bobinas y Alicante transforma en productos acabados, como chapa de brillo (para luminarias), tapones para botellas de bebidas, chapa de aluminio para revestimiento de edificios. Ahora también empiezan a fabricar latas para conservas y piezas de automoción.

"A nosotros la venta nos pilló muy por sorpresa. No supimos nada hasta el último momento", apunta Andoni Saavedra, presidente del comité de empresa de la planta de Amorebieta, donde Aludium también ha acometido inversiones.

Cerrar el círculo

En la factoría vasca, que ha incrementado la clientela respecto a cuando era propiedad de Alcoa, escuchan rumores del interés de Aludium por comprar otras factorías. "El grupo nos confirmó que quiere expandirse en Europa. Si se formalizase la compra, se completaría el proceso: Aludium tendría desde la materia prima hasta el producto final, se completaría el círculo", concluyó Saavedra, en referencia a lo que llegó a tener Alcoa. Los empleados gallegos y asturianos viven pendientes de la evolución de los que fueran sus compañeros pero advierten de que sus plantas son muy diferentes a las ya vendidas.