Alcoa acaba de poner a la venta las tres fábricas que tiene en España y los compradores han empezado a desfilar por las instalaciones de A Coruña, San Cibrao y Avilés para conocerlas y hacer una valoración de los activos que tienen. Pero la oferta de venta no es igual en todos los casos y, concretamente, en la planta lucense, la más moderna, rentable y productiva, ni siquiera es para colocarla entera. La multinacional aluminera pretende quedarse con la gestión de la factoría de alúmina que forma parte del recinto situado a caballo de los municipios de Cervo y Xove, en A Mariña lucense, y así se lo han trasladado los responsables de la planta a los representantes sindicales. La plantilla no quiere ni oír hablar de una división que por lo de pronto se antoja compleja y así se lo transmitirán al presidente de Alcoa España, Rubén Bartolomé, que visitará Galicia y Avilés la próxima semana.

El máximo responsable de la multinacional aluminera en España acudirá a explicar el proceso de venta a la planta de A Grela el próximo martes, y el miércoles se desplazará a Avilés. La visita a Xove, según el presidente del comité lucense, Xosé Paleo, está por definir.

San Cibrao está compuesta por una planta que fabrica alúmina (óxido de aluminio) -con una capacidad de producción de 1.300.000 toneladas- que luego emplea en la otra parte de la factoría, la que elabora aluminio primario en placas, tochos y lingotes. Es una factoría más moderna que A Coruña y Avilés pero elabora el mismo tipo de producto. De hecho la instalación del norte lucense está dividida en dos sociedades Aluminio Español SA y Alúmina Española SA y esta última sociedad es fruto de una alianza, una joint venture, con una sociedad australiana, Alumina Limited, que tiene el 40% de la propiedad.

Complicaciones

Precisamente por eso, transferir esta sociedad exigiría el acuerdo del socio de Alcoa y complica la operación. Pero es que además la alúmina no sólo sirve de materia prima a la factoría de San Cibrao, A Coruña y Avilés sino también a otras que Alcoa tiene en el resto de Europa, por lo que, según los trabajadores, deshacerse de ella, supondría que perdiese el control sobre la producción de una materia prima vital para aquellos centros de trabajo.

Fuentes de Alcoa evitaron aclarar si la oferta de venta de San Cibrao es sólo por la factoría de aluminio y reiteraron que la multinacional estudia "todas las opciones" y no ha tomado ninguna decisión.

La segregación de las dos factorías de San Cibrao no es fácil; tanto por la dependencia de una sobre otra, como porque comparten buena parte de los servicios, entre ellos, los transformadores eléctricos que permiten el abastecimiento de luz. Pero es que además, buena parte de las instalaciones que utiliza fueron construidas por el Estado, como el puerto en el que se descarga la bauxita , como recuerda el secretario de la sección sindical de CCOO en San Cibrao, José Antonio Zan.

"Esa decisión nos parece desacertada, en cuanto a que entendemos que el futuro de la factoría pasa por que las plantas continúen estando unidas", dijo ayer el presidente del comité de San Cibrao, Xosé Paleo. "Lo anunciado es que la única que está a la venta es la de aluminio", dijo aunque también reconoció que los empleados de la factoría no tienen información alguna sobre esa posible operación de primera mano. Lo que sí tienen claro los empleados es que cuando Alcoa dice que estudia "todas las posibilidades" se refiere también a las opciones de transferir alguna de las plantas, todas, vendérselas a diferentes compradores, firmar una alianza con uno o varios grupos o para distintos centros de trabajo... Fuentes sindicales explicaron ayer que de hecho, los aspirantes a comprar la planta de San Cibrao sólo han visitado las instalaciones de Aluminio Español.