Isolux y sus bancos acreedores prevén concluir el próximo mes de julio el plan de rescate que actualmente negocian para el grupo de construcción, ingeniería y concesiones. El plan sobre el que trabajan pasa por reestructurar la deuda financiera total de unos 2.400 millones.

El grueso de este pasivo, de 1.014,7 millones de euros es el que la banca considera "insostenible" y que, por tanto, las entidades canjearán por acciones de Isolux. En virtud de esta operación, las entidades acreedoras tomarán el control de la compañía, hasta ahora en manos de su presidente, Luis Delso, y el vicepresidente, José Gomis, dado que ostentan el 55% del grupo.

Otra parte de la deuda, de unos 771,9 millones de euros se liquidará con las desinversiones que prevé realizar el grupo. Se trata de las ventas ya programadas de la filial fotovoltaica T-Solar y las redes eléctricas de Brasil, a las que se añadirán otras. El resto del pasivo, de 600 millones quedará ligada a los proyectos a los que sirve de financiación.