Los trabajadores de Alcoa en A Coruña y San Cibrao exigieron ayer al conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, que vigile el proceso de búsqueda de comprador para las plantas de Alcoa porque una parte importante de la industria gallega está en juego y la multinacional aluminera "ya ha demostrado que no es muy de fiar", según explicó ayer el presidente del comité de Alcoa en A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, a la salida de la reunión con el conselleiro.

"Tiene que ser la Xunta la que aporte garantías de que habrá soluciones para un futuro industrial", dijo ayer el representante sindical, que pidió a Conde que exija a Alcoa garantías de un futuro industrial y se implique de verdad en la solución del problema de la tarifa eléctrica, con gestiones "más allá de la autonomía". Alcoa y su plantilla exigen un precio más bajo para los grandes consumidores industriales y advierten de que la producción de Aluminio es el proceso de fabricación que consume más electricidad; de ahí, que Alcoa sea el mayor consumidor del país. "Conde nos dice que está trabajando en soluciones para esta cuestión que espera que no tarden mucho, pero para los diez representantes sindicales que estuvimos allí era entre la tercera y la quinta vez que nos reuníamos con él -advierte López Corbacho- y la Xunta siempre dice que está trabajando en eso. Ya no nos vale la política de postureo, hay que tomar decisiones con o sin Alcoa, intervenir, porque el resultado que está sacando de estas gestiones es insuficiente".

Los sindicalistas reconocen su escepticismo ante las posibles gestiones políticas después de cinco años de batalla para lograr una tarifa eléctrica ajustada a las necesidades de producción en condiciones competitivas. Los empleados de Alcoa recuerdan que el año pasado el Ministerio de Industria había prometido modificar el sistema de subastas de bonificaciones a los grandes consumidores industriales dispuestos a reducir o interrumpir su consumo eléctrico en caso de emergencia del sistema (interrumpibilidad) pero finalmente mantuvo su periodicidad anual, lo que, según la gran industria, les impide planificar la producción y las inversiones a largo plazo. Cuando los empleados preguntaron ayer a Conde si sabía cuándo celebraría el Gobierno la subasta de estas primas, reconoció su desconocimiento.

El conselleiro dijo tras salir de la reunión que la Xunta apoyará "cualquier decisión de Alcoa que pase por la continuidad de las plantas y por un plan industrial que garantice la competitividad" de ambas instalaciones.