Varios directivos de la multinacional aluminera Alcoa informaron esta semana a una delegación del comité europeo (Euroforum), con presencia de representantes sindicales de las tres plantas españolas -A Coruña, San Cibrao (en Cervo, Lugo) y Avilés (Asturias)-, de que la compañía mantiene abiertas todas las posibilidades sobre su futuro en España y que la decisión final aún está "lejana" -no se adoptará de forma inmediata- y dependerá del marco energético que haya finalmente en España.

"Dejaron claro que la viabilidad de las plantas depende de las condiciones energéticas, de que sean iguales que en otros países, porque en igualdad de condiciones las plantas españolas son competitivas", explicó ayer el presidente del comité de empresa de la planta de A Grela, Juan Carlos López Corbacho, en pleno regreso del encuentro en Madrid. Los costes eléctricos representan el 40% del total en las fábricas españolas, "algo que no pasa en el resto de Europa", el "gran hándicap" de las instalaciones de Alcoa en España. "Resolviendo este problema -añadió el portavoz de la plantilla coruñesa- la empresa dice que estaría encantada de seguir con su actividad en España", lo que suena a un órdago de la empresa al Gobierno en funciones y al que salga de las próximas elecciones.

Este sería el escenario "ideal", pero de no haber un marco energético adecuado la aluminera estadounidense se plantearía la segunda opción, la venta, siempre como mejor solución que el posible tercer escenario, "la reducción de producción, de plantilla y, por tanto, la posibilidad de cerrar de plantas". "Pero los directivos insisten en que todas las opciones están abiertas, por lo que tampoco nos han dicho nada nuevo", remarcó López Corbacho.

Ante la "lejanía" de la decisión sobre el futuro de las plantas españolas, Alcoa trasladó a los representantes de la plantilla que está preparando ya la subasta de los incentivos por la interrumpibilidad -el servicio por el que las empresas electrointensivas reducen o suspenden su consumo de energía cuando el sistema no logra atender la demanda- del próximo año. "Espera que el Ministerio de Industria ponga en liza más paquetes de 90 megavatios (MW) [los mejor remunerados y los que necesita Alcoa] y confía en lograr mejores resultados que en las dos anteriores", explicó el presidente del comité de empresa de la factoría de A Coruña. En las pujas de 2014 y 2015 la aluminera aspiraba a conseguir seis bloques de 90 MW -cuatro para San Cibrao, uno para A Coruña y otro para Avilés- y solo logró tres, los tres para la factoría lucense, lo que redujo considerablemente sus ingresos por interrumpibilidad y sumió a las tres plantas en la incertidumbre sobre su futuro en la que aún siguen inmersas.

"Pero todo son conjeturas. Aún no se sabe cuando va a ser la subasta, ni cómo, por lo que la empresa tiene que esperar a ver qué pasa, cuál es el nuevo Gobierno, qué planes tiene sobre la regulación eléctrica, etc. Por ello, la solución no va a ser rápida, pero los directivos dicen que al ir definiendo cada uno de los escenarios van adelantando trabajo para cuando haya que tomar la decisión", relató López Corbacho.

Fuentes de Alcoa sólo apuntaron a este diario que la compañía desconoce cuándo será y cómo se celebrará la subasta de la interrumpibilidad que repartirá los incentivos del próximo ejercicio, pero que la empresa mantiene "un contacto fluido" con las autoridades españolas competentes en la materia "para que conozcan el punto de vista y las necesidades" de la aluminera.