El vicepresidente de la Asociación Empresarial Gallega de Centros Especiales de Empleo sin Ánimo de Lucro (Cegasal), Ignacio Rodríguez Sáez, fue elegido recientemente presidente de la Asociación Empresarial de Centros Especiales de Empleo (Aecemco) de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe). Este gallego aspira a elevar la incorporación de las personas con discapacidad al mercado laboral y denuncia que cada vez son más las empresas que crean centros especiales de empleo con la finalidad de lograr beneficios.

-¿Qué supone para usted ser el nuevo presidente de Aecemco?

-Una gran responsabilidad. Represento a las personas con discapacidad física y orgánica que trabajan en los centros especiales de empleo de iniciativa social.

-¿Son muchas las personas ocupadas en estos centros?

-En España hay unas 64.000 y Aecemco representa a alrededor del 15% o el 20%.

-¿Cuáles son los principales retos que afronta en el cargo?

-Una de las grandes dificultades que tenemos es que en el desarrollo de los centros especiales de empleo no se distinguen los de iniciativa social de los de titularidad privada, con ánimo de lucro. Eso genera una disfunción en el sistema y arrastra a que la situación de financiación de los centros sea muy difícil. Además, los centros especiales de empleo que no son de iniciativa social no cumplen los objetivos para los que son creados, ayudar a las personas con discapacidad a encontrar un empleo cuando no lo consiguen en la empresa ordinaria. Evidentemente los empresarios crean empresas para obtener beneficios, no para generar empleo.

-¿Y son muchas estas iniciativas privadas con ánimo de lucro?

-Desgraciadamente, están aumentando de manera exponencial y creo que estamos en el 50% las de iniciativa social y otro 50% las con ánimo de lucro.

-Para las sin ánimo de lucro, supongo que es vital el apoyo de las administraciones. ¿Reciben suficiente ayuda?

-Empieza a haber problemas en determinadas comunidades porque el crecimiento de las personas trabajando no se equipara con las ayudas recibidas. Prácticamente desde 2012 están congeladas y, en cambio, el número de personas trabajando subió. Algunas comunidades no pagan, otras lo hacen fuera de plazo y eso genera graves problemas de tesorería en muchos centros.

-Y en esa disparidad por comunidades, ¿cómo está Galicia?

-Estamos en una situación muy buena. Se están cubriendo todas las ayudas y pagando en plazos bastante razonables en comparación con el conjunto del Estado. Cataluña, por ejemplo, no paga a ningún trabajador nuevo. Si había 10.000 en 2012, a partir de 2012 no financia a nadie. En otras comunidades dicen: "Tenemos esta cantidad de dinero y la repartimos entre todos, sean los que sean". Andalucía estuvo años sin pagar. La situación es compleja, pero en Galicia la vamos salvando.

-Tendrá que ver con la crisis y las estrecheces de presupuesto?

-Sí, con la congelación de presupuestos y, en algún caso, con la reducción. Pero hay grandes dificultades es donde, pese a la crisis, aumentaron las personas trabajando en centros especiales de empleo.

-Y además en este tipo de iniciativas sociales debería ser lo último en lo que recortar, ¿no?

-Sí, creemos que sí. La realidad del empleo actual entre las personas con discapacidad se apoya en la entrada en la empresa ordinaria y el mantenimiento de los puestos en los centros especiales de empleo. Si no es así, están condenadas al paro.

-De hecho, el porcentaje de inactividad entre las personas con discapacidad en edad laboral ronda el 70%. ¿Cuál sería la tasa de actividad ideal?

-Pues próxima a la del conjunto de la población. La crisis nos ha demostrado que se duplicó el número de personas con discapacidad en paro, pero no bajó el número de inactivos, por lo que es toda gente que perdió el empleo.

-¿Hay aún prejuicios por salvar en materia de empleo sobre las personas con discapacidad?

-Sí, se sigue pensando que las personas con discapacidad son más propensas a coger bajas, que son menos eficaces. Pero en puestos de trabajo adaptados, su capacidad es similar a la de cualquier persona.

-Cegasal está formada por 17 empresas de Galicia de 14 sectores productivos. Supongo que podría haberlas en más sectores.

-La realidad de los centros especiales de empleo es muy diferente entre ellos. Algunos son la empresa de referencia a nivel nacional del sector y otros son pequeños talleres ocupacionales, por eso es complicado establecer un sistema común. Pero podrían participar en cualquier sector, porque cada discapacidad puede estar trabajando en un tipo de actividad distinta.

-Pueden trabajar en un gran porcentaje de empleos...

-Sí. Por ejemplo, una persona sorda no tendría ninguna dificultad para trabajar en una actividad de tipo físico. Cada uno puede desarrollar un puesto de trabajo si se diseña para sus capacidades.

-Uno de los problemas actuales es también la reserva de empleo para personas con discapacidad que marca la ley, que en Galicia es el 3% de la contratación pública de la Administración. ¿Hay incumplimientos?

-Con carácter general en todo el Estado, no se está cumpliendo, y en Galicia, de momento, tampoco. Por ello se ha creado un grupo de trabajo con la Consellería de Economía para hacer un seguimiento del cumplimiento de la reserva. En este momento no se alcanza, pero también hay determinadas sinergias en la contratación pública que son difíciles de modificar. La voluntad es de concretar en qué áreas se puede contratar y cumplir los objetivos.

-¿Hay más problemas en los entes dependientes de la Administración que en la Administración en sí, como en las consellerías?

-En general no se cumple, ni en consellerías ni en entidades.

-¿Y habría que elevar esa reserva?

-El sentido común nos dice que primero hay que intentar cubrir la cuota ya fijada y una vez haya una dinámica de trabajo, aumentarla, porque puede ser un elemento fundamental para mantener los centros especiales de empleo. Eso sí, siempre vinculados a la iniciativa social. Si los abrimos a todos los centros especiales de empleo vamos a generar un efecto llamada para que cualquier empresa se convierta en centro especial del empleo y opte a estos concursos.

-Entiendo que el cumplimiento de la Administración es clave para dar ejemplo a las firmas privadas y se animen a contratar a personas con discapacidad.

-Sí, eso es básico. Tanto Aecemco como Cegasal trabajamos de manera implicada en el empleo en la empresa ordinaria y en los centros especiales de empleo, no le damos más importancia a un aspecto que al otro.