Hacía tiempo que las autoridades y los organismos supervisores alertaban de los bancos tendrían que reducir aún más "capacidad instalada" para hacer frente a la caída de los márgenes de negocio. El grupo Popular reabre el baile de los recortes de plantilla y plantea despedir a unos 3.000 trabajadores, 450 en Galicia. La entidad había advertido a los sindicatos de que ejecutaría un despido colectivo a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que empezó a tratarse ayer.

El banco pretende deshacerse del 25% de su plantilla en Galicia, 450 trabajadores de los 1.796 que tenía al cierre del pasado mes de marzo. De esos empleados que el grupo contabiliza en la comunidad, unos 1.300 pertenecen al Pastor y algo más de 500, al Popular. Esta decisión significaría que la entidad concentra en Galicia un 15% de los despidos y que la incidencia aquí es cinco puntos superior a la del conjunto del Estado, donde están previstas casi 3.000 bajas, un 20% de los 14.935 trabajadores totales. El Popular no precisó si en el ajuste habrá prejubilaciones voluntarias pero sí remarcó que 1.700 de sus empleados tienen más de 59 años.

La empresa concretó ayer además que prevé el cierre de unas 300 oficinas en toda España, aunque no desgranó los datos por comunidades. En Galicia, el grupo tiene 259 sucursales; unas 30 de Popular y 225 de Pastor, para las que la dirección plantea una fusión de las de Pastor y Popular que estén próximas, o aperturas parciales en el rural, para abrir una oficina de mañana o de tarde o solo determinados días de la semana, según explicaron ayer los representantes sindicales gallegos a la salida de la reunión.

Los portavoces de la plantilla denunciaron lo que consideran "una falta de respeto" de la empresa, que mientras se reunía con los sindicatos hacía pública una nota sobre el contenido de la reunión -con los datos exclusivamente nacionales- mientras la mesa de negociación estaba aún sentada. Gladis Afonso, de CIG-Banca, mayoritaria en el Banco Pastor advirtió de que con la integración de ambas entidades, en 2012, la plantilla gallega "ya sufrió un proceso de reestructuración", con 800 bajas entre prejubilaciones (400) y traslados a Madrid (400). En cuatro años, "volverse a someter a este proceso es bastante fuerte".Volverán a reunirse el viernes y el miércoles de la semana que viene antes de que arranque el plazo oficial de negociaciones que el Popular pretende finalizar antes del fin del año.

La responsable de CCOO en Popular y en Pastor en Galicia, Carmen Peteiro, calcula que en la comunidad hay unos 250 trabajadores que podrían optar a una prejubilación al tener más de 59 años, pero quedarían otras 200. Javier Castro, responsable del sector financiero de UGT, considera "desproporcionada" la cifra de afectados, tanto en Galicia como en España.