La firma de gestión del patrimonio del empresario coruñés Amancio Ortega, Pontegadea, acaba de cerrar una nueva adquisición en una de las principales ciudades del mundo, Montreal. En esta ocasión se trata de un inmueble situado en el número 777 de una de las calles comerciales más importantes del centro de la urbe canadiense, Sainte-Catherine, por el que el fundador del gigante textil Inditex pagó 42 millones de dólares canadienses, casi 30 millones de euros. El edificio, según publicó ayer el diario ABC, fue construido en 1931, cuenta con tres plantas y una superficie de más de 2.700 metros cuadrados.

El propietario de este activo era la sociedad inmobiliaria neoyorquina Thor Equities y el inmueble acoge actualmente una tienda de la compañía textil estadounidense Banana Republic. Pero es que esta calle comercial cuenta con las principales firmas de moda del mundo. De hecho, a solo 90 metros de la nueva propiedad de Amancio Ortega se encuentra una tienda del buque insignia de la multinacional de Arteixo, Zara, y en las proximidades hay establecimientos de otras firmas de relevancia internacional como H&M, GAP, American Eagle, Starbuck's y Apple.

Esta es la segunda gran transacción de Pontegadea en territorio canadiense, donde en 2014 ya había adquirido un inmueble por 230 millones de euros en el centro financiero y comercial de Toronto.

Con esta nueva operación, el fundador de Inditex lleva desembolsados ya casi 650 millones de euros en menos de un mes.

A finales de septiembre Ortega se hizo con el edificio Tiffany de San Francisco, en el estado de California, por 129 millones de euros. Esta propiedad está en el distrito comercial de Union Square y cuenta con una superficie de 9.300 metros cuadrados en una de las zonas más exclusivas de la ciudad.

Solo unos días después, el 31 del mes pasado, el empresario coruñés cerró la compra de la Torre Cepsa de Madrid por 490 millones de euros. Este rascacielos cuenta con más de 109.000 metros cuadrados de superficie y fue vendido por el fondo estatal de Abu Dabi IPIC, dueño de la petrolera Cepsa, tras una puja en la que la oferta de Ortega salió ganadora, por su mayor liquidez, frente a otras que ofrecían más dinero pero implicaban complicadas operaciones financieras para satisfacer el importe.