Alcoa ha logrado mejores resultados que el pasado año en la subasta del servicio de interrumpibilidad del suministro de la energía eléctrica, con al menos cinco bloques de 90 megavatios, pero ha pedido un sistema que permita una planificación a más largo plazo y no deje a las plantas españolas sujetas a la volatilidad del mercado.

"Las plantas de electrolisis de aluminio primario necesitan una solución de energía competitiva a más largo plazo porque el servicio de interrumpibilidad sólo se garantiza para un año, la compra de energía en el mercado spot hace que las plantas estén sujetas a la volatilidad de los precios de la energía", han explicado a Efe fuentes de Alcoa.

Las mismas fuentes han confirmado que se han logrado 5 bloques de 90 MW, de los que tres se destinarán a la fábrica de San Cibrao, y los otros dos a la de A Coruña y Avilés.

También ha logrado más bloques de cinco megavatios, en un número por determinar, y a la espera de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia lo valide para poder hacer una planificación de futuro.

Lo cierto es que ha conseguido mejores resultados que en años precedentes y ahora lo que va a hacer la compañía es analizarlos y comprobar su impacto en las operaciones, según las mismas fuentes.

Alcoa asegura que se ha presentado a la subasta como empresa de consumo intensivo de la electricidad con el objetivo de obtener el mayor valor posible de los servicios de interrumpibilidad para fortalecer su sistema de producción de aluminio primario en España y poder hacer un mejor servicio al mercado.

La interrumpibilidad es una herramienta de gestión de la demanda que aporta flexibilidad y respuesta rápida para la operación del sistema ante situaciones de desequilibrio entre generación y demanda.

Este servicio se activa en respuesta a una orden de reducción de potencia dada por Red Eléctrica a los grandes consumidores que sean proveedores de este servicio, principalmente, la gran industria, como Alcoa, ArcelorMittal o Azsa.