La compañía de seguridad privada Segur Ibérica presentó ayer al comité de empresa el expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción que había anunciado a principios de mes, pero sin concretar el número de afectados. Los representantes de la firma entregaron a los sindicatos la documentación con "las cifras económicas" que, a su entender, justifican un ajuste de plantilla. "De esta forma, ahora mismo los afectados por el ERE son todos los trabajadores, a la espera de que evolucione la negociación entre empresa y sindicatos", apuntó el secretario del comité de empresa de Segur Ibérica en A Coruña, Borja Vila, tras asistir en Madrid a la primera reunión del periodo de consultas del despido colectivo.

La firma de seguridad privada cuenta en Galicia con unos 700 empleados, de un total de cerca de 7.000 en España, pero la aplicación de un ERE de extinción tendría una incidencia limitada porque muchos de esos profesionales -la mayoría vigilantes- trabajan para otras empresas en virtud de un contrato de prestación de servicios. De esta forma, incluso si Segur Ibérica cerrase, las firmas de seguridad que asumiesen sus contratos con otras compañías tendrían que subrogar -integrar en su plantilla- a los trabajadores que hasta ese momento prestaban el servicio.

En esta situación se encuentra la mayoría de empleados y solo una parte muy pequeña de la plantilla -administrativos y personal de dirección- trabaja directamente para Segur Ibérica. En la provincia de A Coruña estos trabajadores apenas llegan a la media docena y en toda Galicia ni a la veintena.

La compañía tuvo en las últimas semanas problemas de tesorería que derivaron en impagos en algunas provincias, como en A Coruña, donde más de un centenar de trabajadores tuvieron que esperar hasta la semana pasada para cobrar la nómina de octubre. La empresa alegaba que ella también sufría impagos de otras firmas.