Hierros Añón se hace mayor. El grupo industrial del empresario coruñés Manuel Añón acaba de cerrar la compra de la Kloeckner Metals Ibérica, filial española del grupo germano de distribución de hierro, acero y aluminio Klöckner&Co. Se trata del mayor distribuidor independiente de acero y metal en Europa y Norteamérica, que cotiza en la Bolsa de Fráncfort y con el que Añón ha cerrado un acuerdo cuya cifra no ha sido desvelada. La firma da así un paso de gigante al pasar de ser una pyme a una gran empresa con más de 350 trabajadores.

La empresa adquirida es lo que queda de la española Comercial de Laminados, vendida al conglomerado alemán en 1997, con dos fábricas, más de 350 trabajadores y un total de 24 almacenes distribuidores en toda España que facturan más de 180.000 toneladas al año. Los centros de producción se localizan Valencia -una factoría de corte de chapa a medida- y Zaragoza -elabora tubo de chapa de acero-, mientras que los almacenes están en diferentes ciudades de España.

En Galicia Comercial de Laminados tenía un almacén de Hierros Cantábrico en A Grela, actualmente cerrado, pero la vocación del industrial natural de A Laracha es que vuelva a abrir, posiblemente en otra ubicación. El acuerdo de compraventa de hecho implica que la firma gallega dejará de utilizar el nombre de Klöckner y Añón pretende recuperar la marca española, con lo que el retorno de Comercial de Laminados a España es total.

La operación supone no sólo que Hierros Añón entre a formar parte del club de las grandes empresas gallegas por volumen de facturación y número de trabajadores, sino también que el larachés deja de circunscribir su negocio a la fabricación de productos metálicos para entrar en la distribución, con lo que cierra el círculo del sector. Los almacenes de la empresa ahora adquirida comercializarán de hecho los productos de acero que elaboran las fábricas de Valencia y Zaragoza, pero también los de Gallega de Mallas, la fábrica de Añón ubicada en Sabón (Arteixo) aunque pronto se trasladará al polígono de Bértoa, en Carballo, desde donde podrá producir hasta 100.000 toneladas de malla electrosoldada. Actualmente la firma produce unas 60.000 toneladas al año, con lo que incrementará su producción un 70%.

Hierros Añón llevaba años estudiando la compra de lo que fuera Comercial de Laminados, con un volumen de facturación anual de 120 millones de euros. Sus asesores estudiaron la adquisición en diferentes ocasiones desde 2010 porque el grupo alemán no había obtenido la rentabilidad esperada con la compra de la firma española, pero las dos partes no llegaron a un entendimiento con el precio hasta ahora. Añón y Klöckner cerraron el acuerdo de arras el viernes, día 20, que se materializó ayer, siete días después, como el grupo germano comunicó al mercado. Esta filial española tiene su sede en Madrid, adonde Añón desplazó estos días a un equipo de cinco personas que trabajan en el cierre del mes y se ponen al día sobre el funcionamiento de los almacenes de la firma, de la que el empresario larachés tomará el control efectivo la próxima semana. Hoy, de hecho, el empresario reúne en Madrid a los responsables de la empresa, almacenes y fábricas para darse a conocer y explicarles su proyecto de futuro.

Entre otras cuestiones, Añón les trasladará su objetivo de convertir la firma en una empresa rentable y, en la medida de lo posible, reabrir almacenes cerrados, como el de A Coruña o Valladolid. "Es un proyecto muy bonito liderado por un empresario que vuelve a creer en el mercado español e invierte su dinero en España", explican fuentes de Hierros Añón.

Una firma creada en los 50

Comercial de Laminados es una empresa con una larga historia. Fundada en 1954 en Sabadell por José Suñer Martínez, protagonizó un gran proceso de expansión, primero en Cataluña y a partir de los sesenta, en el resto de comunidades. A partir de 1963 Suñer fundó filiales en Valencia (Hierros Turia), Sevilla (Hierros Guadalquivir), Asturias (Hierros Cantábrico) -que distribuía para León, Cantabria y Galicia-, Zaragoza (Hierros Ebro), Madrid (Materiales Siderúrgicos) y País Vasco (Suministros Loinaz).

Las sociedades desarrollaron a partir de ahí la más extensa red de almacenes de productos siderúrgicos de España y una de las más importantes de Europa con 24 centros de distribución en España. Tras la integración en Klöckner, en 2010, el grupo reorganizó las empresas en torno a cuatro sociedades: Kloeckner Metals Ibérica (con sede en Madrid), Kloeckner Metals Turia y Kloeckner Producto Plano. (Valencia) y Kloeckner Peasa (Zaragoza). Dentro de este proceso, pero ya en 1998, el grupo centralizó en Madrid diversos departamentos centrales de gestión y administración. Actualmente y desde 2003, la sede central de la compañía hoy en manos de Añón, está en Alcobendas (Madrid).