El empeoramiento del mercado laboral como consecuencia de la crisis provocó la destrucción de más de 160.000 empleos en Galicia entre 2007 y 2015, lo que supone un descenso del 14% en los puestos de trabajo existentes. Pero a esa reducción en la nómina de empleados se sumó además un aumento de los ocupados a tiempo parcial del 26%, con el correspondiente repunte de su peso sobre el total, un indicio de mayor precariedad. Y dos de cada tres profesionales gallegos con jornada reducida (el 68%) aceptaron el empleo porque no encontraron otro a tiempo completo, según un informe publicado recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) referentes a 2015.

La información sobre este tipo de empleo -involuntario a tiempo parcial- publicada por el organismo estadístico nacional apunta que los puestos de trabajo con jornada reducida se han incrementado en los últimos años, "originando cambios en la estructura del empleo". "En un gran número de casos el trabajo a tiempo parcial es voluntario y permite al trabajador combinar la jornada de trabajo con otras actividades y compromisos, así como facilitar la conciliación trabajo-familia", apunta el INE en el estudio, y añade: "Pero hay un porcentaje elevado de trabajadores que desearía trabajar más horas y tiene un trabajo a tiempo parcial de manera involuntaria porque no encuentra trabajo a tiempo completo, lo que se puede considerar una forma de subempleo".

La proporción de estos empleados sobre el total de ocupados a tiempo parcial no dejó de crecer en Galicia desde el inicio de la crisis. Si en 2007 el 34,2% de los profesionales gallegos con jornada reducida desempeñaban su puesto de trabajo obligados por la situación del mercado laboral, cuatro años después (en 2011) ese porcentaje subía al 55,9% y otros cuatro después, en 2015, se situaba en el 67,9%. En cifras absolutas supone pasar de cerca de 38.400 empleos involuntarios a tiempo parcial en la comunidad gallega a más de 96.000, lo que implica un repunte del 150%.

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En ese mismo periodo de ocho años los puestos de trabajo a tiempo parcial aumentaron un 26% en Galicia, de los 112.200 recogidos por la EPA a cierre de 2007 a los 141.600 del último trimestre de 2015, por lo que cada vez hay más ocupados con jornada reducida, y la mayoría por obligación.

Por contra, el empleo a tiempo completo en la comunidad cayó un 18% desde 2007, con 192.900 ocupados menos, al pasar de 1.083.800 profesionales con jornada completa a poco más de 890.000. Un descenso que provoca esa caída del 14% desde el inicio de la crisis en la nómina total de personas con trabajo contabilizadas por la EPA en Galicia. La comunidad pasó de 1.196.000 ocupados al inicio de las dificultades económicas a 1.032.500 a cierre de 2015.

El aumento del empleo involuntario a tiempo parcial también favorece que la autonomía gallega escale posiciones entre las comunidades con mayor proporción de trabajadores que se ven obligados a aceptar puestos de trabajo con jornada reducida. Si en el anterior informe del INE (publicado en 2015 y con datos de 2013) Galicia ocupaba el quinto puesto, ahora se sitúa en el cuarto, con ese 67,9% de empleo involuntario a tiempo parcial a cierre de 2015. Por encima solo están Canarias, con el 68,4%, Asturias, con el 69%, y Andalucía, con el 71,1%, unos porcentajes muy superiores a la media nacional, del 62,4%, que aún así casi duplica el 32,7% registrado en 2007. En el lado opuesto, con la proporción más baja de empleo parcial forzoso, aparecen Aragón (53%), Baleares (56,1%), Cataluña (56,6%) y Madrid (58,8%).

En el conjunto del Estado, ese 62,4% de empleo involuntario a tiempo parcial se traduce en casi 1.774.500 puestos de trabajo, de los más de 2.840.000 con jornada reducida existentes en el país.

Por características individuales de los afectados por este tipo de ocupaciones en España -no hay datos desglosados por comunidades-, el reparto es el siguiente:

ESexo. El porcentaje de empleo involuntario a tiempo parcial aumentó en ambos casos desde el inicio de la crisis. Entre los hombres pasó del 33,4% de 2007 al 70,1% de 2015 y entre las mujeres subió desde el 32,5% hasta el 59,4%.

EEdad. El grupo de edad con el porcentaje más alto de empleados forzados a trabajar con jornada reducida es el de entre 25 y 34 años, con el 71,7%, por delante de los de entre 35 y 49 años (60,5%), los de entre 50 y 64 años (60,1%) y los de 16 a 24 años, con un 57,3% del total.

EEducación. Los profesionales que más sufren el empleo involuntario a tiempo parcial son los que tienen niveles bajos de formación. Los de un nivel 0-2 -según la escala realizada por el INE- tienen una proporción del 69%, por delante de los del nivel 3-4 (62,5%) y del nivel 5-8, con un 54,7% del total.

ENacionalidad. El valor más alto corresponde a trabajadores extranjeros de fuera de la UE (78,8%), por delante de los procedentes de países del club europeo (70,1%) y de los españoles (60%).

EResidencia. Según el grado de urbanización de la zona en que vive la persona encuestada, la mayor proporción (62,9%) corresponde a las áreas densamente pobladas, seguidas de las poco pobladas (62,5%) y las con un nivel de población intermedio, con el 61,2% de empleo involuntario del total de ocupados con jornada reducida.