Las centrales hidroeléctricas y embalses que Ferroatlántica explota en los ríos Xallas y Grande de la comarca de Fisterra y quiere vender por 255 millones están sometidas a un contrato de arrendamiento financiero o leasing por el que la multinacional obtuvo 120 millones de euros a crédito en 2012 y 100 de ellos están aún pendientes de pago. Es por eso que el grupo al que pertenece la firma, Ferroglobe, sólo ingresará 153,4 millones de euros del montante total de esa eventual venta, porque sin cancelar esa deuda, las entidades financieras no le permitirán transferir la propiedad de los activos energéticos.

Ese leasing -que, como una hipoteca, es una fórmula de obtener financiación a cambio de ceder la propiedad de un bien al banco de forma temporal- no es el primero ejecutado sobre los saltos de agua. La operación de 2012 es en realidad la continuación de otra cerrada entre Ferroatlántica y Caixa Galicia en 2003, por la que la compañía obtuvo una cifra similar a los vigentes 120 millones, con lo que el grupo ya obtuvo al menos 240 millones de euros de financiación sólo del aprovechamiento de los ríos gallegos. El grupo Villar Mir ya recurrió a este instrumento cuando en los noventa compró las fábricas y las centrales a Carburos Metálicos, según explicaron los trabajadores de los centros de Cee y Dumbría, con lo que la cifra total supera con mucho la que ahora quiere ingresar a cambio de deshacerse de su activo energético más rentable.

Estas operaciones de arrendamiento financiero fueron autorizadas por Augas de Galicia, el organismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente con competencias sobre los aprovechamientos hidráulicos de la comunidad y que en última instancia tendría que autorizar la venta de las centrales que Ferroatlántica pretende ejecutar.

La compañía busca desde octubre allanar el camino para que la Xunta le permita vender las centrales hidroeléctricas. Ha llegado incluso a un acuerdo de venta, supuestamente al fondo canadiense Brookfield, y promete ejecutar un plan industrial con los fondos que obtenga que dejaría 100 millones de inversión en Galicia. Pero la operación está expresamente prohibida en las concesiones administrativas otorgadas para explotar las centrales, que inicialmente fueron autorizadas y construidas para abastecer de energía las fábricas de ferroaleaciones de Cee y Dumbría y ahora ayudan a rebajar su factura eléctrica con los ingresos por la venta de la electricidad que generan. Precisamente por eso, las concesiones consideran que la actividad de las fábricas y la energética de las centrales son una sola e indivisible y prohiben su segregación. El permiso de Augas de Galicia a las operaciones de leasing también lo recuerda, según la resolución definitiva, del 15 de octubre de 2013, firmada por el subdirector xeral de Dominio Público Hidráulico y el director de Augas de Galicia, a la que ha tenido acceso este periódico.

El documento es tajante en cuanto a la prohibición de transferir la propiedad de los saltos de agua a otra entidad sin permiso de la Administración y sobre la necesaria defensa del interés público. "Cualquier alteración en la titularidad de los aprovechamientos referenciados o la constitución de gravámenes sobre los mismos, deberá ser objeto de autorización administrativa previa, a fin de verificar por la Administración autorizante el mantenimiento del interés público y general así como el cumplimiento de las condiciones concesionales vigentes", recoge.

El permiso está además supeditado a dos condiciones: "No podrán segregarse de Ferroatlántica SA las actividades de ferroaleaciones y de producción de energía eléctrica por las centrales a las que se refiere la presente autorización" dice. La segunda advierte de que será causa de extinción de la concesión "la pérdida por parte de Ferroatlántica" de su condición de "titular de los aprovechamientos señalados ante cualquier acreedor" -por impago-.

El leasing, firmado en mayo de 2012, vence en 2022 y permitió a Ferroatlántica acceder a una financiación en condiciones ventajosas, según se recoge en la memoria de la compañía del ejercicio 2014, que precisa que el tipo de interés aplicado a la operación es del 3,68%. En esta memoria, el grupo detalla además que Abanca cedió el leasing a un consorcio formado por las siguientes entidades financieras: Bankinter (que asumió 45 millones de euros), CaixaBank (35), BBVA (25) y Abanca, que pasó así a quedarse con sólo una participación del 15%. A cierre del ejercicio 2014, el arrendamiento financiero o leasing que hipotecaba las centrales hidroeléctricas y embalses construidos sobre los ríos Xallas y Grande representaban de hecho el 96% de todas las operaciones de este tipo que tenía pendientes Ferroatlántica.