El comité de empresa de Ferroatlántica Cee-Dumbría-Centrais Hidroeléctricas plantó ayer a la dirección de la compañía en Madrid -tras decidir el pasado viernes en pleno no acudir al encuentro al que estaba convocado- ante la insistencia del grupo en sus planes de vender las centrales hidroeléctricas de los ríos Xallas y Grande, en A Costa da Morte, para financiar un plan industrial que la compañía asegura que supondrá 100 millones de inversión en Galicia y la creación de 500 empleos entre directos e indirectos. La plantilla cuestiona las cifras de la empresa y entiende que la venta de los saltos de agua supondrá el desmantelamiento de la actividad de la compañía en territorio gallego, por lo que exige que desista de esa pretensión para empezar a negociar un plan industrial "de verdad".

El consejero delegado de Ferroglobe -fruto de la fusión de la española Ferroatlántica y la estadounidense Globe-, Pedro Larrea, defendió ayer, sin embargo, los planes de la firma y destacó que la venta de las centrales, una actividad que ya no considera estratégica, es la única forma de acometer esas inversiones a futuro puesto que el grupo "perdió casi 150 millones en 2016". "Seguimos empeñados en lo mismo, en promover un plan industrial que en la situación actual de la empresa, con pérdidas de casi 150 millones de euros y con una deuda de 350 millones, no se puede acometer nada más que a través de la obtención de fondos y de actividades que hoy no son estratégicas para la empresa. Me refiero a la hidráulica", explicó Larrea en una entrevista concedida a Radio Nordés.

El directivo de Ferroglobe insistió en argumentar que la división de energía de la compañía -las centrales- pasaron de generar 23 millones en 2002 a solo 6,2 en 2015, mientras que las fábricas de ferroaleaciones de Cee y Dumbría subieron de 7,4 millones a 23, lo que provocó que el grupo ya no considere "estratégica" la actividad de generación de electricidad. La plantilla, sin embargo, sostiene que esas cifras están "manipuladas" y que Ferroatlántica usa el ejercicio 2015 para hacer la comparativa porque ese año "las máquinas estuvieron paradas" por obras para la repotenciación de las centrales gallegas.

Larrea también calificó de "oportunidad perdida" y de "poco responsable" la decisión del comité de A Costa da Morte de no acudir a la reunión de ayer y aseguró que el tiempo para negociar se agota. "Seguimos trabajando para construir todo el consenso posible y abiertos a hablar con todo el que quiera sentarse con nosotros. Planteamos un plan industrial, una oportunidad única e irrepetible con la creación de 500 puestos de trabajo y un desarrollo tecnológico con una inversión de 100 millones de euros", aseguró el consejero delegado de Ferroglobe sobre las pretensiones de la compañía. "Seguimos hablando con las distintas partes implicadas, empeñados en convencer a todo aquel que nos quiera escuchar. El que no quiera puede quedarse fuera de ese consenso", apuntó Larrea en clara referencia a los trabajadores de A Costa da Morte, que son los únicos que mantienen su negativa al plan industrial de la compañía controlada por Villar Mir, tras el "sí" de las plantillas de Cantabria, Aragón y Sabón (Arteixo).

"Hace unos días hablábamos de [que quedaban] semanas [para negociar] y significa efectivamente que los plazos se agotan y vamos a tener que empezar a llegar a conclusiones con cierta rapidez", concluyó el directivo de Ferroatlántica sobre el margen que queda para intentar llegar a un acuerdo con los trabajadores. La plantilla de Cee y Dumbría, sin embargo, se mantiene firme en su postura de que no negociará mientras la firma no retire del plan industrial la pretensión de vender las centrales hidroeléctricas.