Ferroglobe, la multinacional en la que se integró Ferroatlántica, ha decidido dar un paso más en la búsqueda de apoyos a la venta de las centrales hidroeléctricas que tiene en Fisterra y A Costa da Morte y en Huesca y cita en Madrid el lunes a la mesa sindical nacional, el órgano de representación de los trabajadores del grupo en el que están presentes responsables nacionales, tanto de Comisiones Obreras como de UGT, USO o la CIG. Oficialmente, la empresa, que preside en España Pedro Larrea, cita a los sindicalistas para dialogar sobre empleo e inversiones en España aunque lo que pondrá sobre la mesa de nuevo es el plan industrial que quiere financiar con la venta de las siete centrales hidroeléctricas de los ríos Xallas y Grande y las cinco que explota su sociedad Hidro Nitro en Huesca.

La CIG anunció ayer que no asistirá al encuentro, al entender que ha dejado clara en reiteradas ocasiones su negativa a negociar cualquier plan que pase por vender las centrales. Respalda la postura del comité de empresa de Ferroatlántica en Cee, Dumbría y las centrales. El sindicato cuestiona además que no se llame a estas reuniones a representantes sindicales de empresas del grupo vinculadas al plan industrial como Ramsa (Mina de Serrabal) o de Ferrosolar (Arteixo) y critica que el proyecto estrella de ese plan industrial financiado con fondos obtenidos en Galicia se destine a Puertollano (Ciudad Real).

Las secciones sindicales de UGT y Comisiones Obreras en el comité de empresa de Cee y Dumbría han trasladado a los portavoces nacionales de ambos sindicatos su petición de no negociar ni respaldar ningún plan que pase por la venta de las centrales. El presidente del comité, Santiago Paz, de UGT, explica que envió un escrito a la federación nacional de su sindicato para expresar su malestar con esa reunión de la que el comité de A Costa da Morte no fue informado. Suso Casais, delegado de Comisiones Obreras, tiene claro que sus representantes en Madrid asistirán al encuentro para escuchar lo que la empresa tiene que decirles pero que no van a tomar ninguna decisión.

Casais no oculta su disgusto con la plantilla de las fábricas de Sabón, Boo (Santander) y Huesca, que respaldaron el plan industrial de la compañía que supone vender las centrales hidroeléctricas. "Se están beneficiando de un supuesto plan industrial con la venta de una parte de nuestras instalaciones", explica. Casais explicó además el plante del comité a la empresa cuando hace semanas fue citado en Madrid. "Si quieren hablar con nosotros, que vengan ellos, como hicieron con el resto de los centros; no me parece bien el trato que nos dan y es mejor que vengan dos a mover a los 16 que somos en el comité de aquí", detalla.