El juicio celebrado entre el martes y ayer en Madrid es el quinto promovido por la veintena de empresarios gallegos que invirtió 70 millones en NCG y que perdió tras el saneamiento de la entidad financiera. Esta demanda fue presentada por Egasa e Igalux, que invirtieron 2,5 millones de euros, en los juzgados de Primera Instancia de A Coruña, pero la juez a la que le tocó el caso en reparto se inhibió al entender que la causa debía resolverse en la ciudad en la que tiene su sede el FROB. Fue la única que actuó así pues las otras cuatro denuncias fueron tramitadas en A Coruña y los juicios se celebraron entre 2014 y 2015, por lo que ya tienen sentencia al menos en primera instancia.

La primera demanda, liderada por Corporación Hijos de Rivera, fue desestimada en Primera Instancia y también por la Audiencia Provincial de A Coruña. Mientras, las de Gadisa e Inveravante -la firma patrimonial de Manuel Jove- fueron favorables inicialmente pero desestimadas al pasar por la Audiencia Provincial. La promovida por el empresario Manuel Añón fue rechazada en Primera Instancia y está en revisión en la Audiencia.