La compañía coruñesa Corporación Hijos de Rivera, propietaria de Estrella Galicia, acaba de adquirir el 32% del capital de la cervecera artesana irlandesa Carlow Brewing Company, una firma familiar que empezó hace 20 años a elaborar cervezas artesanas, según anunció ayer el grupo con sede en el polígono de A Grela.

La empresa irlandesa vende sus cervezas a través de O'Hara's, marca emblema de la firma que produce cervezas tradicionales irlandesas y sus propias interpretaciones personales de las variedades más reconocidas internacionalmente como stout, ale, lager y cervezas de trigo.

El consejero delegado de Hijos de Rivera, Ignacio Rivera, se congratuló por sumarse al proyecto de O'Hara's. "Comparte nuestros valores y la esencia de lo que somos y, por tanto, de lo que hacemos: cerveza a fuego lento. Ambas empresas somos grandes amantes de la cerveza y nos esperan grandes momentos para compartir", resaltó el directivo de compañía coruñesa.

Rivera destacó además que esta adquisición se enmarca y encaja "de forma natural" en la estrategia de la compañía, ya que Estrella Galicia nació en 1906 de un emprendedor artesano con una clara vocación cervecera. "Es una propuesta que comparte nuestros valores y la esencia de lo que somos: grandes amantes de la cerveza", insistió Rivera.

La cervecera irlandesa

Carlow Brewing Company es una compañía familiar fundada en 1996 en Barrow Valley, origen de la tradición cervecera irlandesa como corazón del cultivo y la producción de malta. Desde entonces, se mantuvo a la vanguardia de la producción artesana de cerveza en Europa, un resultado avalado por múltiples reconocimientos dentro del sector.

La familia O'Hara fue pionera en la corriente de cerveceros artesanos que hoy predomina en el mundo y son de los pocos que se mantienen como una referencia dentro del sector, con una producción anual que supera ya los tres millones de litros de cerveza.

Esta compra de Hijos de Rivera ya la dejó caer Ignacio Rivera durante la presentación de los resultados de 2016 del mes pasado, donde reconoció que una filial creada en las últimas semanas pretendía servir para la adquisición de participaciones de firmas interesantes para el grupo coruñés. De hecho, Rivera abría la puerta a posibles incorporaciones a la compañía, siempre manteniendo el carácter artesanal, un concepto clave de una firma familiar, centenaria y cervecera como Hijos de Rivera.

La cervecera española cerró 2016 con más de 400 millones de euros de facturación, un 12,7% más que un año antes, y un beneficio después de impuestos de 49 millones, frente a los 42 de 2015.