El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, evitó ayer de nuevo contestar a las invitaciones de la oposición en el Parlamento gallego a dejar claro a Ferroglobe que la Xunta no modificará la concesión de las centrales de Ferroatlántica para permitir su venta, pero sí apuntó que el plan industrial que la compañía quiere financiar con esa operación fue apoyado por las federaciones nacionales de CCOO y UGT. La Xunta defiende siempre que actuará "en defensa de la legalidad y del interés público".

Algo más firme se mostró el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, quien advirtió de que la Xunta no va a aceptar "ninguna amenaza de nadie" sobre las centrales aunque aún no ha recibido "ninguna solicitud oficial de segregación". Conde incluso aseguró no tener constancia de "ninguna venta", por lo que no cabe "pronunciamiento" de la Xunta. La respuesta, recordó Pancho Casal de En Marea, no despeja la preocupación porque el Gobierno gallego "nunca contesta al meollo del asunto". En una respuesta al BNG sobre la situación económica, Conde le acusó de miope. "Dicen que los jóvenes se van de Galicia porque no hay oportunidades y no es así", dijo.