Entre los desafíos a los que se enfrenta España para asegurar que el sistema de pensiones es sostenible y adaptado a las necesidades de la población, la propia Seguridad Social destaca "los relacionados con el envejecimiento demográfico" ante el aumento paulatino de la esperanza de vida y la caída de los nacimientos; y "las secuelas" que la crisis económica dejó "en el mercado de trabajo y en las carreras de cotización de los trabajadores". Cada vez hay más jubilados y la aportación de los trabajadores a la caja común no aumenta en la misma proporción que las afiliaciones por la contención de los salarios y las contrataciones temporales y a tiempo parcial. En el informe económico-financiero que acompaña a sus presupuestos para este año, el organismo asegura que ha sabido "adaptarse a esos desafíos" y cumple "con las recomendaciones " de la UE para lograr ambos objetivos gracias a las reformas que retrasaron la edad del retiro y desvinculan la revalorización de los precios. Aún así, mes a mes, el coste sigue al alza, especialmente en territorios como Galicia en los que sobresale el peso de los mayores en el conjunto de la población. El gasto en pensiones el pasado 2016 marcó otro récord y supera por primera vez los 8.000 millones de euros.

En concreto, según la previsión de liquidación de la Seguridad Social del ejercicio pasado, el desembolso en pensiones en Galicia alcanzó los 8.059,4 millones de euros después de un incremento del 2,5%. En 2015 fueron 7.859,3 millones. De los más de 119.000 millones de euros que gastó el sistema en toda España el año pasado, casi siete de cada cien euros se destinaron al pago de las prestaciones de la comunidad. Un total de 800,62 millones por incapacidad permanente; 5.680,84 millones de euros por jubilación; 1.412,74 millones para viudedad; 124,46 millones en orfandad; y 40,77 millones en favor de familiares.

La evolución del importe de las pensiones en Galicia es muy representativo de la transformación de la sociedad y las cada vez mayores necesidades de financiación. En 1992, hace 25 años, la cuantía rondaba los 2.225,7 millones de euros. Desde entonces, el saldo se multiplicó por 3,7. Entonces había 574.644 pensionistas. En abril de este 2017 sumaban 757.579. El incremento del número de personas con derecho a este tipo de prestaciones, el 31%, contrasta con el espectacular avance del gasto. ¿Por qué? Por los cambios en la base de cotización. En 1990, la pensión media en Galicia era de 222 euros al mes. La mitad de los que cobraban en aquel momento habían cotizado por el régimen agrario, con la nómina más baja de todas las modalidades de pensión. En 2007, el último año en el que se mantuvo el régimen agrario -en 2008 pasó a integrarse en el de los autónomos-, no llegaban ni a un tercio. La retribución media aumentó un 247% en este cuarto de siglo y supera los 771 euros.

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La explicación del constante incremento del gasto de las pensiones está ahí, tanto en el galopante envejecimiento de la población, como en la metamorfosis de los salarios. Porque la subida del coste a causa de la revalorización anual es mínima.

En 2013 la revisión de las pensiones gallegas se llevó 15,55 millones, a razón de 1,5 euros al mes en las 14 pagas. En 2014 fueron 3,3 euros; 5,5 euros en 2015; y en 2016, un total de 35,84 millones de euros, unos 3,4 euros por pensionista al mes, según los datos recogidos por la Seguridad Social.

Sobre los ingresos, el organismo no ofrece de momento datos al completo por comunidades. Solo hay una previsión inicial en cotizaciones de 4.411 millones de euros en Galicia durante 2016, aunque sin contar la aportación de las mutuas, que en 2015 recaudaron 538 millones de las retenciones en la nómina de los trabajadores. De ese año sí es posible saber el agujero del sistema en la comunidad. Las cotizaciones dieron para cubrir el 67% de las pensiones, y únicamente el 62% si se suma el gasto en otras obligaciones, a cargo también de la Seguridad Social, como las prestaciones de maternidad o las bajas.

El coste total incluye los complementos a las pensiones que no llegan al mínimo: en general, aquellas que no pasan de 8.301 euros al año con cónyuge a cargo y 7.116 sin pareja. Lo cobra el 32% de los pensionistas de Galicia, la quinta comunidad con más prestaciones con complementos, que desde 2014 se abonan con los Presupuestos Generales del Estado.