Ferroatlántica acaba de anunciar que ya ha solicitado formalmente a la Xunta que elimine la prohibición de separar la actividad de las centrales hidroeléctricas gallegas de las fábricas de ferroaleaciones con la finalidad de proceder a la venta de los saltos de agua de A Costa da Morte. La compañía asegura que esta es "la única operación que garantiza el futuro de la compañía en la comunidad autónoma y el mantenimiento de todo el empleo asociado a ella" y, por ello, instó a Augas de Galicia a devolver las concesiones hidráulicas de los ríos Xallas y Grande a su estado original, sin restricciones a la segregación.

El grupo controlado por Villar Mir defiende que el veto a la separación de actividades se produjo "en circunstancias muy especiales" y afirma que solo el levantamiento de esas restricciones permitirá la venta de las centrales y ejecutar el plan industrial de futuro de la firma, que prevé 102 millones de euros en inversiones para mantener los puestos de trabajo actuales "y crear otros 200 empleos directos y unos 300 indirectos".

La empresa argumenta que el mismo "interés general" que imperó en su momento para imponer la prohibición de segregar las actividades es el que ahora debe avalar el cambio, porque "la supresión de dicha prohibición permitirá el desarrollo de un plan industrial que sin duda sí fomenta y preserva el interés general".

Ferroatlántica sostiene además que cuenta con el apoyo a su plan industrial de la mayoría sindical del grupo -no así del comité de empresa de las fábricas de Cee y Dumbría (A Coruña) y, "en beneficio del interés general", confía en recibir una respuesta favorable por parte de la Xunta.