El Gobierno logró ayer sacar adelante el real decreto-ley de reforma de la estiba, que fue convalidada en el Congreso con 174 votos a favor (PP, Ciudadanos, PNV, Foro Asturias y UPN), 165 en contra (PSOE, Unidos Podemos, ERC y Compromís) y 8 abstenciones de PDeCAT.

El Ejecutivo logra sacar adelante la reforma de la estiba, exigida por la Unión Europea (UE), en un segundo intento, después de que el primer real decreto ley por el que se liberalizaba el sector fuera rechazado por la misma Cámara hace dos meses. La Comisión Europea ya valoró ayer el decreto y se mostró favorable a evitar una segunda sanción a España.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, mostró la satisfacción del Gobierno con la convalidación del real decreto-ley, que "acaba con el último sector monopolístico que quedaba en la historia", con lo que la estiba pasa a ser un sector productivo liberalizado, que permite a España cumplir como país y recuperar "un crédito perdido" en Europa.

El Ministerio de Fomento tenía previsto enviar ya ayer a Bruselas la convalidación del real decreto-ley que liberaliza la estiba para que se desestime "lo antes posible" el procedimiento abierto a España y las multas pendientes. España ya acumuló 24,5 millones de euros por la primera sanción que propone Bruselas, que asciende a 27.522 euros por cada día de retraso en reformar el régimen de la estiba desde que se hizo pública la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) que lo declaró ilegal (el 11 de diciembre de 2014). Un informe positivo del Ejecutivo comunitario permitiría sortear la segunda sanción, de 134.107 euros diarios desde que el TJUE vuelva a fallar.

Los sindicatos de estibadores mostraron su "decepción" con el resultado de la votación y mantienen las ocho jornadas de huelga, previstas a partir del miércoles, aunque intentarán convocar cuanto antes a la patronal. Aunque el real decreto-ley "hace de todo menos garantizar el mantenimiento del empleo", el portavoz Antolín Goya reconoce que deja "herramientas" para poder negociar.