La Comisión Europea mueve pieza en defensa de una mayor integración de la zona euro, aunque sin apretar mucho el acelerador. El Ejecutivo comunitario que pilota Jean-Claude Juncker presentó ayer un documento de reflexión sobre cómo profundizar en la Unión Económica y Monetaria en el que propone crear a largo plazo un presupuesto y un Tesoro comunes para la eurozona, y la emisión conjunta de valores de deuda.

"El euro fue concebido como una promesa de prosperidad. Para mantener esta promesa para las futuras generaciones, necesitamos el valor político de trabajar para reforzar y completar la Unión Económica y Monetaria ahora", dijo el vicepresidente de la Comisión para el Euro, Valdis Dombrovskis.

El texto aboga por avanzar en la unión bancaria, aún a medio camino, y propone también una versión descafeinada de los eurobonos a corto plazo: un producto de ingeniería financiera para que los países emitan conjuntamente deuda soberana, pero sin compartir unos los riesgos de otros (mutualizar). Los más ambicioso, la creación de un Tesoro común que emita auténticos eurobonos y que gestione un presupuesto compartido, no llegaría hasta 2025.

La "reflexión" que plantea la Comisión llega tras la victoria de Emmanuel Macron en Francia, partidario de acelerar la integración europea. La Alemania de Angela Merkel sigue manteniendo sus recelos a avanzar hacia la unión fiscal y la mutualización de la deuda, al menos mientras los países del Sur no corrijan sus desequilibrios.