El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, defendió ayer la operativa con la que el Mecanismo único de Supervisión y la Junta Única de Resolución (JUR) acometieron la resolución de Banco Popular, después de que el banco central advirtiera sobre su inviabilidad a consecuencia del problema de liquidez desencadenado por la fuga de depósitos. "Apreciamos la oportuna intervención", aseguró en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, antes de remarcar el principio de la institución de "no comentar casos de entidades concretas". Su vicepresidente, el portugués Vítor Constancio, fue un poco más allá y mencionó expresamente la necesidad de actuar ante "la fuga de depósitos". "Por lo tanto, no era una cuestión de evaluar la solvencia", apuntó.

Para el presidente de la Asociación Bancaria Europea (AEB) es importante insistir en la ausencia de fondos públicos. "Los bancos de la AEB no han costado ni un duro al contribuyente español y eso lo podemos seguir diciendo porque en este rescate no se va a ver involucrado dinero público y es otro banco de la AEB el que se hace cargo", esgrimió José María Roldán. Entre los problemas que precipitaron la resolución de Popular, el presidente de la AEB dijo que, "sin duda", uno de los que impidieron una solución fue el entorno "muy duro" para los márgenes bancarios".