Abanca celebra su tercer aniversario como nueva marca de la entidad heredera de las cajas gallegas con una mejora general de su negocio y la reducción de la morosidad a menos de la mitad que tenía en 2014. El negocio minorista en sus manos se incrementó cerca de un 20%, al pasar de 52.544 millones a 62.707 y el volumen de capital en créditos al corriente de pago asciende a 26.283 millones de euros, un 10% más. El crecimiento del volumen de crédito alcanzado a lo largo de este año duplica el objetivo fijado en el plan estratégico que la dirección se había marcado y al finalizar el primer trimestre del año fue la entidad que más incrementó su saldo de crédito del país y una de las únicas dos que registraron crecimientos.

Hace exactamente tres años el grupo Banesco convocó en Santiago a caras muy conocidas de la economía y la sociedad gallegas para desvelar el nombre con el que arrancaba la nueva etapa de las viejas cajas tras su fallida fusión y la nacionalización del banco heredero, NCG, una de las principales víctimas de la reestructuración financiera española. El equipo liderado por Juan Carlos Escotet, ganador de la subasta de la entidad por 1.003 millones de euros, quería mantener esencia del negocio, el apego territorial y el mimo al cliente, pero con un cambio de ciclo simbolizado en la transformación comercial y de imagen. Así nació Abanca. En su aniversario, la principal entidad financiera gallega presume de "una sólida posición de rentabilidad, solvencia y crecimiento" y de "una mejora significativa en las principales ratios financieras con relación a la situación de partida de 2014". Metamorfosis que el propio banco, a través de una nota, vincula a "la labor desarrollada por el nuevo equipo directivo", y por la que saca pecho en un momento de pleno revuelo en el mercado gallego ante la caída del Popular, el principal competidor de Abanca en la comunidad.

En este período la tasa de morosidad de la entidad se desplomó del 15,06% al 6,54% actual. La limpieza del balance y la recuperación de la actividad permitieron a la entidad pasar de un beneficio de 21 millones a 334 y multiplicar por 16 la rentabilidad. El banco tiene además una ratio de capital (CET-1) del 14,41% frente al 11,44% que constaba en sus cuentas hace tres años y una holgura de capital de 956 millones de euros sobre los requerimientos del Banco Central Europeo, una de las más altas del sector.

Ante todo el revuelo que afrontó por la polémica de las preferentes y la judicialización de las prejubilaciones de los antiguos directivos, Abanca destaca el nuevo modelo de gobernanza interna y su apuesta por "la independencia, la transparencia y la gestión del riesgo". Tres años después la entidad está libre de la tutela de Bruselas y el pago de los 1.003 millones al FROB se cumplió con año y medio de adelanto, con lo que se sitúa como "una de las entidades más solventes del sector, con una calidad de la cartera por encima de la media y con cuotas de mercado en ascenso en todas las líneas de negocio", según destaca en el comunicado. "Una vez alcanzadas las metas que nos fijamos en 2014, en los próximos años nos concentraremos en seguir creciendo impulsados por nuestra cercanía al cliente, nuestro carácter innovador y transparente, y nuestro compromiso con nuestro entorno", añade el vicepresidente de Abanca.

Los directivos de la entidad destacan además que en este 2017 no hay otro banco en España que aumente tanto la financiación, sin que eso haya puesto en riesgo "la mejora de la calidad crediticia". El crédito dudoso bajó casi un 59%. Eso, junto con la holgura de capital, "componen uno de los mejores perfiles financieros del sector en España".

En los dos últimos ejercicios, la inversión en renovar oficinas y plataforma tecnológica alcanza los 150 millones.

Junta de accionistas

El mismo día que celebra su tercer aniversario como responsable de la entidad heredera de las cajas, Abanca reúne a su junta de accionistas para aprobar las cuentas tanto de Abanca Corporación Bancaria como de su grupo consolidado correspondientes al ejercicio de 2016, en el que obtuvo un beneficio neto de casi 334 millones de euros, un 1,1% más que el año anterior. Además, se aprobará el reparto de 315,6 millones como dividendo entre los accionistas de la entidad, cifra ligeramente superior a la de 2015.