La tasa de paro de España en 2016 escalaría hasta casi el 30% si en la definición oficial de paro se incluyera a los trabajadores subempleados; es decir, aquellos que se encuentran trabajando a tiempo parcial pero que desearían trabajar más horas. De acuerdo con la definición oficial, la tasa de paro se situó a cierre de 2016 cerca del 18,6%.

En un artículo incluido en el informe trimestral de la economía española del segundo trimestre, la institución analiza otros métodos de medir el desempleo distintos al oficial. La definición actual de desempleo que se utiliza en España y en otros países europeos, siguiendo criterios de Eurostat y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), considera paradas a las personas que, en el momento de ser encuestadas, afirman que desean trabajar, que están disponibles y que han buscado trabajo.

El Banco de España entiende que esta definición podría ser "demasiado estricta", especialmente en periodos de crisis, por lo que considera que, para determinados análisis del mercado laboral, podría ser útil "relajar" los criterios de la definición oficial de paro. El Banco de España propone en este artículo medidas alternativas: añadir al colectivo de desempleados a quienes no buscan un empleo porque piensan que no lo van a encontrar; a los inactivos que están disponibles para trabajar y quieren hacerlo, a quienes están buscando un empleo al que no pueden incorporarse inmediatamente o a los que están a tiempo parcial y quieren trabajar más horas.