Unas 70 personas participan desde ayer en la marcha de los trabajadores de Ferroatlántica para protestar contra el plan de la compañía de vender las centrales hidroeléctricas de Cee y Dumbría, una operación para la que precisa la autorización de la Xunta pues supondría separar la actividad de producción eléctrica de las fábricas de ferroaleaciones. La marcha se divide en cuatro etapas -entre Cee y Santiago- y los trabajadores completaron ayer la primera, entre Cee y A Picota (Mazaricos). La idea es que llegue el sábado a Santiago coincidiendo con la manifestación que se celebrará en la capital gallega a las 12.00 horas.

La protesta se desarrolla bajo el lema As nosas centrais non se venden. Evitemos o espolio dos nosos recursos naturais y contó ayer con el apoyo del regidor de Dumbría, José Manuel Pequeño, y de la líder del BNG, Ana Pontón.

Los trabajadores de A Costa da Morte insisten en exigir a la Xunta que no permita la venta de los saltos de agua, "porque sería la ruina" para la comarca, pero reclaman que se pronuncie cuanto antes para acabar con la incertidumbre.

"Se iba a saber la resolución en junio, pero no fue así. Esperamos que sea pronto pero estamos tranquilos porque la ley nos ampara. Es una decisión política y vamos a ver cómo afectan las presiones de la empresa. Vamos a luchar hasta el final por el pan de nuestras familias", sentenció el presidente del comité de empresa de Ferroatlántica en Cee y Dumbría, Alfonso Mouzo.

Fuentes de la Xunta precisaron que las alegaciones presentadas por la firma y la plantilla ampliaron los plazos de estudio porque "la voluntad es escuchar a las partes" e incluirlas en la resolución final.