El ejemplo de María Abal es uno de los más claros cuando se quiere hablar de la situación de la juventud gallega. Además de trabajar a media jornada en una guardería, trabaja "en un par de coles, pero con horas sueltas". Con tan solo 26 años, cree que esta "es una situación normal hoy en día" por la mala situación del mercado laboral.

"En la época de nuestros padres era normal encontrar un trabajo y quedarte allí para toda la vida, ahora la gente está más formada y busca seguir formándose y mejorar en lo que le gusta", comenta.

Sin embargo, cree que la situación que se da en Galicia entre pensionistas y jóvenes asalariados (los primeros cobran de media un 18% más que los segundos) "es algo triste". "Es la pescadilla que se muerde la cola. Si los jóvenes tardan tanto en buscar un trabajo estable no van a formar una familia y decidirse a tener hijos", lo que, a su juicio, perpetúa que la población "siga envejeciendo" en la comunidad. Además, cree que el problema es del sistema, "que no es sostenible tal y como está, ya que en otros países de la UE se llevan más los planes de pensiones que aquí".

Abal sostiene que la Administración debería ayudar más a los empresarios a fomentar la contratación de jóvenes "para que de esta forma la juventud no viva en una situación tan precaria". "No escasean los empresarios que quieren contratar", sentencia.

Por otro lado, esta joven gallega cree que las personas de más de 35 años lo tienen "más complicado" para encontrar empleo porque los menores "están muy formados y tienen mayor disponibilidad de tiempo para aceptar un trabajo al no tener cargas familiares".