El Rey regresó al Círculo de Empresarios de Galicia una década después para destacar la fortaleza de las empresas gallegas frente a la crisis y situarlas como "referente" del comercio exterior español. Felipe VI alabó su "sólida internacionalización" en las últimas décadas y se comprometió a acompañar esta trayectoria "defendiendo los intereses económicos de España en el extranjero" durante su intervención en el 25 aniversario de la entidad. En su primera visita a Vigo como monarca, el Jefe del Estado compartió almuerzo con 200 autoridades locales y autonómicas y representantes de todos los sectores de la economía gallega y la sociedad civil. Ante ellos destacó la "posición geoestratégica" de Galicia como "centro del Atlántico" e instó a los empresarios de la comunidad "a no perder nunca sus señas de identidad y su arraigo" para seguir triunfando dentro y fuera de casa.

El Jefe del Estado volvió a respaldar al empresariado de la comunidad participando en el 50 aniversario de Aimen y en las bodas de plata del Círculo de Empresarios de Galicia, que aprovechó su visita para entregarle su Medalla de Oro. Con ella buscaban reconocer el papel de Felipe VI como "embajador" de la economía española fuera de nuestras fronteras. "Sois el mejor representante de nuestras empresas, facilitáis nuestra expansión y lleváis la Marca España por todo el mundo", argumentó el presidente de la entidad, Juan Güell, antes de colocarle la insignia.

El almuerzo contó con una amplia representación de la sociedad gallega que quiso acompañar al Rey y que encabezaban el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, y los presidentes de las diputaciones de Pontevedra y Ourense, Carmela Silva y José Manuel Baltar. El monarca llegó puntual, minutos antes de las dos de la tarde y, tras hacerse una foto de familia con los directivos del Círculo de Empresarios, fue recibido entre aplausos por todos los invitados que lo esperaban.

Juan Güell fue el encargado de abrir el acto principal para conmemorar los 25 años del Círculo de Empresarios con un claro mensaje de unidad en el sector, pero dejó enseguida paso al monarca, que se reconoció satisfecho por confirmar diez años después "la gratísima impresión" que se llevó en 2007 del Club Financiero, al que felicitó por mantener su "compromiso leal con la sociedad gallega, con su prosperidad y su bienestar". Felipe VI también alabó la decisión de la entidad de trascender la esfera local y lanzarse a unir al empresariado de A Coruña, Santiago y Vigo con la esperanza de que juntos puedan "aunar voces para duplicar esfuerzos y resultados". "Con vuestro dinamismo, convicciones y realismo os habéis convertido en una de las organizaciones empresariales más activas de España", aseguró de la organización surgida en 1992.

El Jefe del Estado agradeció emocionado la Medalla de Oro de los empresarios gallegos y avanzó que este pequeño homenaje no hace más que reafirmar "mi compromiso con la promoción y defensa de los intereses económicos y empresariales de España en el exterior como una parte importante de las responsabilidades públicas que asumo". El monarca se autoimpuso este deber antes de referirse de forma específica al papel de los empresarios gallegos en el exterior y su vocación internacional. "Contamos con excelentes empresarios como vosotros que creáis riqueza y empleo y que estáis cada día más presentes en el exterior para crecer, promocionar vuestra tierra y aprovechar mejor las oportunidades de mejora", abundó en su intervención de poco más de quince minutos.

El Rey defendió la internacionalización como herramienta para afrontar la grave crisis económica y felicitó a las empresas gallegas por su vocación internacional que ha permitido a la comunidad situarse como "un referente en nuestro comercio exterior". "Sus exportaciones están por encima de lo que corresponde a su PIB y peso demográfico", puntualizó el monarca, que reconoció a las docenas de empresarios invitados el haber "recuperado en estos dos últimos años el dinamismo que caracterizó la acción del empresariado gallego desde la década de los noventa y hasta el inicio de la crisis". Fue entonces cuando ensalzó la fortaleza de "sectores tan tradicionales, tan vuestros" como la pesca, la conserva o la madera y el empuje de la automoción o el textil que "despuntan" con nombres propios en la esfera internacional.

En su discurso, el Jefe del Estado también dio recetas para seguir mejorando en un futuro con duros competidores y en el que la tecnología tendrá un papel determinante. En este contexto abogó por la formación, la captación de talentos jóvenes hacia el emprendimiento y por crear una cultura que anime a los jóvenes "a poner en práctica su inmensa capacidad creativa". Todo esto debe ir acompañado, a su juicio, de un esfuerzo conjunto de la sociedad "por divulgar una mejor y más justa imagen de las empresas" porque, subrayó, "son el motor de nuestra economía y el principal actor generador de empleo".

Felipe VI, como Príncipe de Asturias y ahora como Jefe del Estado, siempre ha mostrado una gran proximidad por la industria gallega participando en multitud de actos por toda la comunidad y ayer de nuevo quiso respaldar a las empresas gallegas y las conminó a "no perder nunca sus señas de identidad, ni el arraigo a sus raíces" para resistir en un escenario "complejo y cambiante". "Sois muchas las empresas gallegas que habéis sabido combinar esa presencia exterior con el apego a vuestra tierra, porque la proyección de vuestra idiosincracia gallega y española os distingue y fortalece internacionalmente", incidió Felipe VI, que animó al Círculo de Empresarios de Galicia a mantener su rumbo "ayudando a las firmas a ganar competitividad y contribuir a la vertebración y el reforzamiento de esta parte tan importante de la sociedad civil que es el empresariado".

Para cerrar su intervención, el monarca volvió a posar su mirada sobre los proyectos gallegos en el exterior y destacó que la comunidad hubiera sabido convertir "una situación geográfica, en principio periférica, en un mar de o oportunidades". "Habéis sabido ver bien que Galicia es también el centro del Atlántico y que esto representa un enorme potencial que ha de ser aprovechado", enfatizó antes de animar a todos los presentes a seguir "impulsando el progreso de Galicia".

El almuerzo consistió en un menú de mar con productos gallegos: vieiras con crema de coco, emulsión de kimchi y crujiente de pan al cacahuete, mero asado con patatas al pimentón, codium y crema de berberechos y tarta de nueces con helado de requesón de As Neves, tejas de membrillo y caramelo de licor café. El monarca se fue a las 16.00 horas tras compartir un café con los invitados en el vestíbulo principal de la entidad, donde se le pudo ver más distendido y saludó personalmente a gran parte de los invitados.