El beneficio del grupo bancario CaixaBank aumentó un 31,6% en el primer semestre del año, hasta los 839 millones de euros, impulsado por la integración en febrero del banco portugués BPI -que contribuyó con 77 millones a este resultado- y la mejora de los ingresos financieros. La entidad catalana obtuvo hasta junio un margen bruto de 4.280 millones, un 5,7% más que en el mismo periodo de 2016, gracias a la consolidación de BPI y a la mayor generación de ingresos básicos del negocio bancario, como las comisiones, que crecieron casi un 24%, hasta 1.252 millones, o el margen de intereses, que alcanzó los 2.349 millones, un aumento del 15% pese al contexto de intereses en mínimos.

El margen de explotación, por su parte, cayó un 4,4%, hasta los 1.958 millones, según los resultados remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La evolución de los gastos de administración y amortización recurrentes, con un total de 2.216 millones, un 10,7% más, refleja la incorporación de BPI, con unos costes de reestructuración de 106 millones en 2017, 96 de ellos en el segundo trimestre.

Mientras, las ganancias por activos y pasivos financieros se redujeron hasta 177 millones (-70,1%) y los ingresos de la cartera de participadas cayeron un 2,8%, hasta los 389 millones.

A cierre de junio CaixaBank gestionaba activos por valor de 85.590 millones, un 4,5% más, destacando el incremento del patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y Sicav, que alcanzaba los 59.461 millones, así como la evolución positiva de los planes de pensiones, con 26.129 millones (+3,6%).

De hecho, CaixaBank mantiene el liderazgo en seguros, planes y fondos por recursos gestionados, con una cuota del 21,7%.

Los recursos totales de clientes alcanzaron los 348.903 millones a cierre de junio, lo que supone un aumento del 14,8% tras la incorporación de BPI (+11,4 %), mientras que los créditos sobre clientes brutos ascendieron a 228.435 millones, un 11,5% más con el banco luso.

La ratio de morosidad del grupo fue en el primer semestre del 6,5%, dos décimas inferior a la de hace un año, y la ratio de cobertura de la cartera dudosa subió al 50%.

Las dotaciones para insolvencias, por su parte, ascendieron a 472 millones, un 1,5% menos que en el mismo periodo de 2016.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, apuntó durante la presentación de resultados de la entidad que es "un gran acierto" incentivar las hipotecas a tipo fijo en España y aplaudió que la nueva ley de crédito hipotecario abarate los costes de cambiar una hipoteca de tipo variable a fijo.

Gortázar aseguró también que la entidad catalana se vio beneficiada por la crisis del Banco Popular y captó parte de sus clientes, algo que atribuyó a que tiene la mayor cuota de mercado, una cuarta parte de los clientes y las nóminas en España. "Lógicamente, si hay una entidad que tiene salidas, como principal banco minorista, somos uno de los beneficiados", sostuvo, aunque no quiso detallar qué cantidad de clientes captó del Popular.