La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), la más antigua de las siete que operan en España y cuya actividad está parada desde diciembre de 2012, será definitivamente clausurada tras la decisión del Gobierno de no renovar la autorización, anunció ayer el ministro de Energía, Álvaro Nadal. Nadal justificó esa decisión por el escaso impacto de la central en el sistema eléctrico español, ya que tiene una potencia de solo 400 megavatios, y porque no existe certidumbre política ni económica para que puedan amortizarse las inversiones necesarias.

Garoña es la tercera central nuclear que se cierra en España, tras las de Vandellós I (Tarragona) y Zorita (Guadalajara) y en los cinco años de cierre pérdidas de 360 millones de euros, según informó Endesa.