Europa estrenó con Banco Popular el Mecanismo Único de Resolución (MUR), que derivó en la intervención y venta por un euro de la entidad a Banco Santander. Y ahí, en la decisión adoptada el 7 de junio, terminó el grueso de su tarea. La Comisión Europea de la Competencia se asegurará de que la operación no supone una amenaza para los usuarios del sistema bancario, pero no hará una "evaluación del impacto de la operación en el personal y en la Fundación del Banco Pastor" (Barrié). Así lo ha zanjado la comisaria Margrethe Vestager a una pregunta del europarlamentario gallego José Blanco sobre los efectos de la resolución bancaria.

"El objetivo de la evaluación de la Comisión será asegurarse de que la operación no genere un obstáculo significativo para la competencia efectiva y de que las empresas y los particulares sigan teniendo acceso a los servicios bancarios en condiciones competitivas", defiende Vestager por escrito. Los efectos sobre la plantilla o la viabilidad de la Barrié no están, continúa, "dentro de las competencias del control europeo de las concentraciones". El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, admitió que la fundación deberá reorientarse tras haber perdido sus ingresos como accionista de Popular.

En cuanto a la ampliación de capital con la que Banco Santander digerirá la integración de su antiguo competidor, el consejo comandado por Ana Botín ha desembolsado 28,54 millones de euros (de los 7.072 millones que captó en el mercado).

Según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los miembros del máximo órgano de dirección de Santander han adquirido 5,89 millones de nuevos títulos en la ampliación de capital.

La propia Botín se ha hecho con 1,84 millones de nuevas acciones tras desembolsar 8,94 millones de euros. José Antonio Álvarez, consejero delegado del banco, ha adquirido 83.462 acciones por 404.791 euros, mientras que el presidente de Popular y de Santander España, Rodrigo Echenique, ha aportado 437.417 euros para adquirir 90.189 acciones.