Después de tres años de estancamiento e incluso caída de precios, la cesta de la compra en Galicia se encuentra en camino de encarecerse a su mayor ritmo de todo el lustro. La escalada de los precios en productos de alimentación y de la electricidad elevan la inflación media en el año hasta el 2,49% de media en la comunidad gallega. Tan solo en Castilla y León, en donde la cesta de la compra se ha encarecido un 2,57% respecto a los siete primeros meses del año pasado, se registra un avance superior.

Entre las principales partidas de gasto de los hogares españoles, las que más se ha encarecido durante los siete primeros meses del año tienen que ver con aquellas relacionadas con los productos energéticos. De esta forma, el precio de la calefacción, el alumbrado y la distribución de agua se dispara, de media un 11,2% desde el mes de enero a julio, debido a un descenso de las precipitaciones que ha obligado a recurrir a otras fuentes de energía más caras, como el carbón, para la generación eléctrica.

La segunda rúbrica que más engorda es la relacionada con el transporte personal, categoría bajo la que se engloba el precio de los carburantes, y que registra un avance medio del 5,2% en los siete primeros meses del 2017. Sin ir más lejos, el precio del gasóleo, el combustible con mayor peso dentro del parque de vehículos gallego, es actualmente un 6% superior al registrado a las mismas alturas del año pasado.

A pesar de que el precio de los carburantes avanza a un ritmo similar al del resto de España (5,4%), no ocurre lo mismo con otras partidas de gasto que crecen casi el doble que en el resto de España. Es el caso de la carne de porcino, que se encarece un 3,7% frente a la subida del 1,7% en el resto del país, o del pescado, que repunte un 3,8%, mientras que en España lo hace un 2,3%.

Que la inflación vuelva a crecer a niveles superiores al 1% anual no es una situación novedosa para la economía española. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), esta ha crecido a un ritmo medio del 5,8% anual en los últimos 50 años.

Sin embargo, este regreso a tasas de variación de precios positivas supone dar carpetazo a tres años consecutivos de descensos marcados, fundamentalmente, por el abaratamiento del petróleo. Desde mediados del año 2014 el precio del barril de crudo se embarcase en una montaña rusa en la que pasó de cotizar a niveles de tres dígitos a caer a los 28 dólares para, en la actualidad, remontar hasta el entorno de los 50 dólares en los que se mueve en la actualidad.

Entre los productos que se desmarcan de las subidas y dan un respiro a los bolsillos de los gallegos se encuentran los productos lácteos con la leche a la cabeza, retrocediendo un 3%, mientras que sus derivados registran un descenso del 0,8%. El calzado de mujer (-1,2%), los electrodomésticos (-1%) y los cereales (-0,9%) son otros de los productos que más se han abaratado.