- ¿Hay masificación?

-No. El turismo está creciendo un 10%. Donde antes había mil turistas, ahora hay cien más y, además, en épocas muy concretas. Hemos tenido un año para sentarnos y buscar soluciones a esa supuesta masificación que, a excepción del consejero delegado de TUI, nadie ve.

- ¿Le molestaron esas declaraciones de Fritz Joussen?

-Han sido los grandes turoperadores europeos quienes han llenado de turistas España en general y lugares como Canarias en particular.

- ¿Hay que repensar el modelo turístico?

-Se habla de reinventarlo. Canarias y España son el destino principal de sol y playa de Europa, independientemente de crear más alicientes para atraer a los turistas. A veces pienso que voy a terminar por aburrir pero no me canso de repetir que desde la Primavera Árabe, hace ya más de seis años, nos beneficiamos de turistas prestados y siempre he dicho que es necesario hacer promoción interna. Canarias tiene siete islas y se debería intentar que quien llega por vez primera a Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura o Lanzarote se vaya con la convicción de que conoce el Archipiélago y regrese el año siguiente a otra isla.

- ¿Se da ese tipo de promoción en el ámbito nacional?

Le puedo hablar de lo que hacemos nosotros, que cada dos años traemos a España a las cien principales patronales de todo el mundo y organizamos cuatro días de trabajo en lugares que no tienen un carácter turístico claramente marcado. Les mostramos que existe otra oferta. Es evidente que cambiar el modelo hoy en día es imposible al ritmo que nos movemos, pero tenemos que dar valor a otra oferta y eso, o no se hace, o se está haciendo muy lentamente.

- ¿Teme que se propaguen por toda España los problemas del aeropuerto de El Prat?

-Pues sí. Desde hace aproximadamente cinco años hemos visto cómo se ha ido deteriorando el servicio que se presta en los filtros de seguridad. Consultamos en su momento a la empresa que lo llevaba en Gran Canaria y nos comentaron que AENA había reducido el presupuesto para seguridad pasando de doce a nueve millones de euros y que con esos números era evidente que se iba a reducir el personal que atiende ese servicio, con lo que se forman colas en momentos puntuales.

- ¿No paga el viajero la seguridad en el precio del billete?

-Así es. AENA tiene que mirar menos su cuenta de resultados. El año pasado declaró un beneficio de 500 millones de euros. Debe pensar que es una empresa de servicios y, por tanto, tiene que estar volcada en eso, en dar el mejor servicio. Mientras AENA a la hora de hacer los concursos no controle más las bajas temerarias y no destine el presupuesto necesario a estos servicios, seguiremos teniendo problemas como los de El Prat.