Mientras Inditex, Textil Lonia y Bimba y Lola superan todos sus registros históricos de facturación, Adolfo Domínguez lucha por salir de números rojos. Tras cerrar 2016 con unas pérdidas millonarias de 22,7 millones de euros, la compañía ha reestructurado su cúpula directiva con el nombramiento de Adriana Domínguez, la hija del fundador, como directora general. Además, la firma ha emprendido un proceso de reducción de gastos a través del cierre de sus establecimientos menos rentables. Solo en el último lustro se deshizo de 216 tiendas, casi un tercio de su red.

La cuenta de resultados empieza a mostrar sus primeras señales de recuperación. Además de reducir sus pérdidas hasta casi la mitad -2,53 millones de euros-, la firma gallega vio cómo sus ingresos crecían un 17,4% en le primer trimestre, respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 22,7 millones de euros, la primera mejora desde 2010.