La crisis económica puso a prueba las costuras del sector textil español. La debilidad de la demanda interna unida a la entrada de nuevos competidores y el auge del modelo low cost, cuya cara más visible es Primark, han dejado unas heridas que todavía no han cicatrizado. Los Telares, que llegó a tener más de un centenar de tiendas en toda España, y Blanco, con presencia en 23 países, se vieron obligadas a echar el cierre en los dos últimos años. A ello se suma la situación de Mango, que cerró 2016 en números rojos por primera vez en su historia tras su empacho de inversiones, y de Cortefiel, que inmersa en pérdidas, vivió un baile en su accionariado con la salida del fondo Permira.

Este declive de algunas de las insignias a nivel nacional no se ha trasladado a Galicia. Inditex se consolida como referente mundial. En los últimos diez años, ha disparado su beneficio neto desde los 1.250 millones de euros de 2007 hasta los 3.157 millones en 2016 y se convierte en la mayor firma textil del planeta con casi 7.400 establecimientos. Además, la compañía hizo historia a principios del pasado mes de junio, cuando batió el récord histórico de capitalización de la Bolsa española con su valor de 114.300 millones de euros. Desde el equipo de análisis de Bankinter apuntan a dos factores que seguirán impulsado sus resultados. Por un lado, el avance de las ventas online, que espera que "crezcan a un ritmo del 10% anual hasta 2021". Por otro, su expansión en mercados maduros como China o Estados Unidos "en los que su presencia es todavía reducida". En el mercado nacional, su principal amenaza es el desembarco de un competidor procedente de Japón: Uniqlo. La compañía, que el 20 de septiembre abrirá su primera tienda en España, en Barcelona, abrió ayer su servicio de compra online.

Ingresos récord

Aunque las ventas del sector textil en España todavía se encuentran a un 20% de recuperar sus niveles precrisis, algunas firmas como la ourensana Sociedad Textil Lonia se desmarcan de la tendencia al lograr récords de facturación de 332 millones según las últimas cuentas, del año 2015. La matriz de Purificación García, que también cuenta con la licencia de producción y distribución de Carolina Herrera, cumple su 20 aniversario este año instalada como la firma textil número 72 a nivel mundial, según un informe de Deloitte.

La tercera mayor firma del sector con sede en Galicia es Bimba y Lola. Su apuesta encaminada a productos de lujo ha tenido éxito. Su facturación se disparó un 32% en 2016, hasta los 152,4 millones de euros, el nivel más alto de toda su historia. Buena parte de las expectativas de crecimiento en los próximos ejercicios pasan por su expansión internacional. A las 222 tiendas con las que cerró 2016, la firma gallega espera añadir otras 20 fuera de territorio nacional. El objetivo es elevar la aportación de sus establecimientos en el extranjero, que, de momento, solo suponen una cuarta parte de su facturación.

Textil Lonia y Bimba y Lola superan a su maestro. La compañía dueña de Purificación García fue fundada por los tres hermanos de Adolfo Domínguez tras sacar a Bolsa la compañía. Bimba y Lola, por su parte, fue creada en 2005 por las dos sobrinas del diseñador ourensano (María y Uxía).