El árbitro que debe resolver el conflicto de los trabajadores de seguridad de Eulen en el aeropuerto de El Prat, Marcos Peña, aseguró ayer tras reunirse con el comité que buscará "limitar el daño" a las partes y mejorar la prestación del servicio y la calidad del trabajo, aunque teme que su solución no satisfará "a nadie"."Sabiendo que nadie va a quedar contento, lo que hay que hacer es limitar el daño y mejorar la prestación del servicio, la calidad del trabajo, la salud de los trabajadores y su capacitación, dijo.

Peña es la persona nombrada por el Gobierno para dictar el laudo de obligado cumplimiento con el que se busca zanjar un conflicto laboral que provocó largas colas este verano en los controles de seguridad del aeropuerto de Barcelona.

El árbitro recordó que en este conflicto también hay una tercera parte afectada, los pasajeros, a quienes se tiene que garantizar su comodidad y seguridad. Peña pretende entregar el laudo a las partes el próximo miércoles, un día antes.

El asesor del comité de huelga de Eulen, Juan Carlos Giménez, destacó el tono "afable" de Peña y que "se ha dado cuenta de que no es un tema solamente económico, sino mucho más complejo". Recordó, sin embargo, que los trabajadores no reconocerán el laudo porque cree que se han "pisado" sus derechos, aunque lo someterán a votación para decidir si resuelve o no el conflicto. La plantilla decidirá el domingo si convoca una nueva huelga en El Prat, contra el despido de "cuatro o cinco" empleados, como "represalia" del conflicto.